Polonia ha sufrido demasiado a lo largo de los años, muchas vicisitudes, guerras, múltiples invasiones de países vecinos y un sufrimiento difícil de igualar por ningún otro pueblo. Pero a pesar de todo, han sabido seguir hacia delante a base de esfuerzo y coraje, crecer como pueblo y conseguir ser una nación moderna y próspera. Por eso, un viaje a Polonia es un viaje en el que hay que comprender su pasado para entender muchas cosas del presente y Varsovia, la gran capital, tiene un pasado e historias que te ponen los pelos de punta. Una cosa debes tener clara cuando viajes a Varsovia: debes conocer su triste historia reciente y tu primera visita debería de ser el Museo del Alzamiento de Varsovia, un lugar único que permite entender la Varsovia de hoy a través de su trágico pasado.
Donde está el Museo
Ubicado en el barrio de Wola, este museo que recuerda el levantamiento de la ciudad contra la fuerza de ocupación alemana, está bastante retirado del casco antiguo ( por cierto, centro completamente restaurado ya que fue destruido en la Segunda Guerra Mundial) así que no se te ocurra ir andando hasta él. Usa el transporte público que Varsovia tiene una muy buena red. En bus tienes el 100, 151 y 155 que te llevan y no te asustes mucho por la brusquedad de los conductores, aquí frenan fuerte. Los tranvías 1, 22 y 24 también te llevan a la zona. El museo cierra los martes y los domingos la entrada es gratuita.
Antecedentes históricos
Para entender esta visita, es fundamental conocer lo que sucedió en Varsovia durante los años de la Segunda Guerra Mundial y voy a intentar sintetizar lo máximo para aclararos el panorama que tenía el pueblo polaco durante la II Guerra Mundial y sobre todo en 1944, cuando se produjo al alzamiento en armas de la ciudad contra la Alemania Nazi, la mayor rebelión civil de la época contra los nazis.

Varsovia, la capital de la moderna Polonia, era una ciudad muy importante antes de la II Guerra Mundial y albergaba la mayor comunidad judía de Europa con más de 350.000 judíos. La invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939 produjo grandes ataques a la ciudad, rindiéndose la ciudad en menos de un mes y empezó la persecución: obligaron a los judíos a llevar brazaletes blancos con la estrella de David, cerraron escuelas judías, confiscaron propiedades… En 1940 se construye el gueto de Varsovia para aislarlos del resto de la ciudad y llegan a hacinarse en él más de 400 mil personas. También empezaron las deportaciones a campos de exterminio de Treblinka y en 1943 el gueto se sublevó sin éxito contra los nazis, quedando casi destruido. Meses más tarde y ante el avance los soviéticos, los habitantes de la ciudad se levantaron en armas contra los nazis para liberar la ciudad antes de que llegaran los soviéticos a ella.

Una fuerza clandestina perfectamente organizada luchó con todas sus fuerzas pero sufrieron la ira de Hitler, que ordenó literalmente destruir por completo Varsovia y dejarla en ruinas. «Borrarla de la faz de la tierra». Los soviéticos, que tampoco eran muy simpatizantes de los polacos, prefirieron esperar y no entraron en la ciudad en muchos meses por lo que en octubre de 1944 los alemanes aplastaron la revolución y arrasaron el centro de la ciudad. Miles de polacos fueron enviados a campos de concentración y se calcula que más de 150.000 personas murieron durante el levantamiento de Varsovia. Cuando los soviéticos entraron en la ciudad el 17 de enero de 1945, liberaron una ciudad devastada donde sólo quedaban unas 175.000 personas, menos del 6% de la población que había antes de la guerra. Este duro pero interesantísimo museo cuenta la historia de estos años de resistencia y el levantamiento en armas del pueblo polaco entre el 1 de agosto y el 2 de octubre de 1944.

La visita
La verdad es que uno no se imagina lo hay dentro del museo, lo bien montado que lo tienen, las certeras explicaciones y lo que se aprende de la historia de esta ciudad y sus ciudadanos. Sale uno de allí con mal cuerpo, para que engañaros, pero es fundamental conocer el pasado para que el futuro no se repita. Una visita muy interactiva, con multitud de videos, audios, material real como armas de todo tipo, carteles de la época, documentación, motocicletas, un avión, trajes y hasta una imitación de las cloacas bajo tierra, por donde la resistencia se movía para no ser descubierta. Muchísima información para leer y quedarse de piedra… Historias la mayoría con un trágico final, algunas felices dentro del drama que vivían, otras tristes, de esperanza, unión, amistad…Toda una lección de vida y de resistencia.

Los pequeños también pusieron su granito de arena durante la resistencia y muchos de ellos murieron mientras transportaban correos o entraban por pequeños huecos para transportar materiales o armas. La habitación del pequeño insurgente rinde homenaje a muchos de estos menores que por desgracia fueron asesinados.

Algunas secciones para no perderse son el cine Palladium, donde se pueden ver videos tomados por los insurgentes en 1944, la imprenta, donde se producían clandestinamente periódicos y planfletos por toda Varsovia, la sección del nazismo, la del comunismo o «Ciudad en Ruinas», una película en 3 dimensiones donde se pueden ver la Varsovia en ruinas en 1945. Por supuesto, se pueden pasar horas y horas leyendo, viendo objetos de la época, fotos, escuchando audios reales y aprendiendo de esta triste historia.


Pasar por las cloacas, genial imitación de una de la época, te hace ver el miedo y las dificultades que pasaron los habitantes de la ciudad para pasar desapercibidos y es alucinante como lograron construir un pequeño carro blindado pieza a pieza y en total clandestinidad. Otro de los lugares más sentimentales del museo, el rincón dedicado a los «Robinsones de Varsovia», esos héroes que lograron sobrevivir durante años al infierno, como Vladislav Szpilman, el famoso pianista de la película del mismo nombre. En plena destrucción por orden de Hitler, se obligó a todo superviviente a abandonar la ciudad pero algunos decidieron no huir y esconderse de los alemanes en sus ruinas. Se estima que llegaron a ser entre 400 y 1000 personas las que sobrevivieron entre las ruinas de la ciudad.

Después de pasar allí varias horas, veo que tanto alemanes como rusos fueron muy crueles con el pueblo polaco, no se merecían tanto sufrimiento. Este sorprendente museo debe ser visto con calma para llenarte de información y vagamente me hago una idea del horror que tuvo que pasar esta gente hace no tanto tiempo, ponerse en el lugar de esta gente es imposible. Cuanta fuerza y coraje tuvieron para defender su tierra del invasor.

El alzamiento de Varsovia en el cine
– El Pianista de Roman Polanski ( 2002) narra la vida de Vladislav Szpilman durante el levantamiento del gueto de Varsovia y muestra la destrucción casi total de la ciudad. Szpilman fue uno de los «robinsones de Varsovia» supervivientes que no huyeron de la ciudad y lograron sobrevivir.
– Kanal ( 1956) fue la primara película sobre el levantamiento de Varsovia.
– Miasto 44 ( 2014) película polaca que retrata la brutalidad del levantamiento de Varsovia.

Más información
- Página web del Museo del Alzamiento. entrada: 25 zlotis, los domingos es gratis. Cierra los martes.
- Todos mis artículos de nuestro viaje a Polonia.
Hace años que estuve en Varsovia y el leer esto me trajo grandes recuerdos, como el palacio que vimos de Wilanow o la plaza vieja, a la cual haces referencia, donde en su centro estaba una estatua de la sirenita de Varsovia, todos los turistas íbamos hacernos fotos al lado de ella.
Pero no tuve la suerte de ver el Museo del Alzamiento, por lo que me apunto todo el tema que aconsejas, pues espero ir en breve, quiero volver a Cracovia y Varsovia, me encantaron las dos.
Coincido totalmente contigo que el transporte público funciona perfectamente, es lo que usamos para desplazarnos por Varsovia.
Hola, gracias por pasarte por aquí y por comentar. Varsovia es una ciudad para repetir con más calma!! Un saludo