Hola a todos, ¿Cómo estáis?, ¿ Tenéis mucho mono de viajar? Aquí seguimos con esta maldita pandemia que tanto daño nos está haciendo a todos y sin poder viajar, aunque con la que está cayendo y lo mal que lo está pasando mucha gente, viajar es lo de menos. Yo la verdad lo llevo regular, cuando podamos viajar no nos lo vamos a creer y no veo el día que me suba en un avión a descubrir mundo. Mientras tanto, y aunque no tengo muchas ganar de leer o escribir sobre viajes, iré contando algunas de las muchas experiencias viajeras que me quedan por compartir. Hoy os hablo un poco más de nuestro viaje en coche por el este de Canadá, un país tan natural y deslumbrante que a cada paso das te encuentras con alguna belleza natural que supera a la anterior, cosa que a los amantes de la naturaleza como a mi nos encanta. Las Cataratas Montmorency, muy cerca de la ciudad de Quebec, en el estado del mismo nombre, son la prueba irrefutable de que Canadá está bendecida por la madre naturaleza. Un magnífico país que merece un viaje al menos una vez en la vida.
Cómo llegar
Es bien fácil llegar a las Montmorency si vas en coche, como fue nuestro caso en la ruta que hicimos por el este de Canadá. Se encuentran a poca distancia de la ciudad de Quebec ( unos 13 km) y en la carretera nacional 138 que sube hacia el norte pegada al rio San Lorenzo. Esa carretera que te lleva a ver ballenas en Taddousac, una experiencia imprescindible si vas de viaje a Canadá.
El Parque Nacional de las cascadas Montmorency ( Parc de la Chute Montmorency) está perfectamente señalizado y sólo hay que desviarse unos kilómetros desde la carretera nacional hasta llegar al centro de visitantes. Ojo que cierran pronto así que planead bien vuestra visita. El horario de apertura es de 9 am a 18:00 pm.
Una vez llegas al centro de visitantes hay que comprar la entrada ( creo recordar que 7 dólares la entrada y 3 dólares el parking del coche.). Hay un buen centro de visitantes que cuenta con tienda, información sobre la cascada, aseos y cafetería. Con 83 metros de altura, es la cascada más alta del estado de Quebec y curiosamente tiene 30 metros más que las famosas cataratas del Niágara. Sin embargo, ésta no tiene tanta fama pero os aseguro que es una absoluta preciosidad, un regalo de la naturaleza que no hay que perderse.
Algún dato más: su lecho tiene 17 metros de profundidad, está situada en la desembocadura del río Montmorency sobre el río San Lorenzo y en invierno se realiza escalada sobre hielo. Que sean poco conocidas no significa que no sean dignas de ver así que apuntadlas si vais de viaje por el este de Canada.
Si eres atrevido y te va la adrenalina puedes tirarte en tirolina por 27 dólares, una experiencia que no debe olvidarse fácilmente, subir por alguna de sus tres vías ferratas sieres aficionado a la escalada o simplemente ascender en el teleférico. Nosotros, más cautos, nos conformamos con pasear hasta la base escuchar para su estruendo y empaparnos de agua. Es otro de los «momentos» de esta catarata: acercarse a su base, reirte y mojarte con el agua que se desprende este impresionante salto de agua comprobando el rugido contínuo del agua al chocar con el suelo. Es alucinante. Después de un buen rato de diversión y empapados para la ascensión, subimos pacientemente las interminables escaleras hasta llegar a lo alto de la cascada y cruzar el extraordinario puente colgante. Las vistas son maravillosas y la sensación de libertad total.
Allí arriba hay un kiosko con helados, bocatas y bebidas, mesas y sillas para hacer un picnic, un gran parque para jugar y que los niños correteen, un buen acceso para llegar en coche y hasta comer en varios restaurantes. Aunque os aconsejo empezar la visita desde abajo, en el centro de visitantes, para admirar la grandeza de la cascada.
Una vez abajo y antes de irnos, no podíamos dejar de seguir haciendo fotos y salió, lo confieso ahora, un clásico de los viajes: «la foto chorra». ¿No me digáis que vosotros no os hacéis fotos chorras en vuestros viajes? Yo hago muchas y aunque no suelo publicarlas, hoy hago una excepción para que veáis que cada día estoy peor, jeje….
Nosotros fuimos en verano y hacía un tiempo excelente, nada que ver con el invierno, donde podréis encontrar el entorno completamente blanco, como en esta foto de la web oficial. En definitiva, El Parque de la Cascada Montmorency es un lugar perfecto para admirar la deslumbrante naturaleza de Quebec que se visita perfectamente en medio día. Fue acabar la visita y seguir nuestro camino hacia el norte: las ballenas del Río San Lorenzo nos esperaban al día siguiente…..
Estas cataratas de Montmorency impresionan mucho, aparte son super hermosas.
La verdad es que me sorprendieron mucho. Merecen la pena una visita!!