Hoy comenzamos nuestros relatos por un viaje que nos ha llevado de nuevo al sudeste asiático, esa parte del mundo de la que cada día estoy más enamorado y a la que ya estoy deseando volver. Por muchos motivos ha sido un viaje inolvidable y que recordaremos toda la vida ya que ha estado lleno de grandes momentos y vivencias únicas. Hemos conocido por el camino a gente extraordinaria ( desde viajeros empedernidos a humildes lugareños o niños risueños que regalan sonrisas sin pedir nada a cambio ) y hemos disfrutado de experiencias imposibles de realizar en otra parte del planeta. Sólo aquí se puede disfrutar de una cultura tan atrayente , de bellos paisajes rurales, de una gastronomía espectacular, de unos habitantes hospitalarios y amables o de los templos más impactantes del planeta. Hemos visitado templos budistas milenarios, hablado con sus jóvenes monjes deseosos de practicar el inglés y de saciar su curiosidad por el exterior, hemos recorrido con calma el gran rio Mekong, degustado la carne de búfalo o de cocodrilo, visitado el complejo de templos más importante del mundo y bañado en las turquesas aguas de una idílica isla tailandesa.
Y muchas más experiencias que nos han grabado a fuego en la memoria: encantadores mercados nocturnos, intentos varios de timo, horas muertas en fronteras, interminables regateos, transportes destartalados, paseos en bicicleta o en moto, animales e insectos por todos lados y mucha gente extraordinaria por el camino. Todo esto, hace que viajar a Asia sea una experiencia maravillosa y que todo el que la pisa vuelva enamorado de esta parte del planeta.
Ha sido un viaje por libre y con mochila a la espalda, a nuestro aire y sin nada cerrado, que creo que es como mejor salen las cosas en esta parte del mundo. Además del ahorro, el factor sorpresa y el improvisar le dan al viaje un significado difícil de igualar y se pasa por situaciones que sólo ocurren cuando vas sin ataduras, guías ni reglas. Os recomiendo hacer un viaje así, un poco a la aventura, sin saber donde dormirás al día siguiente y abierto a que el destino te guié a su antojo. Es irrepetible y suele salir bien.
Nuestro itinerario propiamente dicho comenzó en el norte de Tailandia, en la localidad de Chiang Rai, para desde allí cruzar a Laos por uno de los pasos fronterizos más transitados del país, el de Chiang Khong- Huay Xai. Una vez en Laos, en lugar de ir al norte, decidimos embarcarnos por el rio Mekokng durante dos días para llegar a Luang Prabang, la antigua capital laosiana y ciudad mística por excelencia. Después viajamos en un sleeping bus a Vientiane, la capital del país donde continúan conservando tradiciones ancestrales a pesar de que es la urbe más moderna del país. Posteriormente seguimos camino hacia el sur hasta Pakse, para adentrarnos en la zona conocida como las 4000 islas, un oasis de paz y tranquilidad ideal para ver el Laos rural. De allí cruzamos la frontera y nos adentramos en Camboya para descubrir la ciudad de Siem Reap y los magníficos Templos de Angkor. Y para acabar nuestro viaje, nos relajamos unos días en la isla Tailandesa de Koh Chang, una isla no muy conocida pero ideal para disfrutar del mar y de las actividades que ofrece su tupida selva.
Os iremos contando con más detalle nuestro viaje pero de momento os dejo nuestro itinerario para que os hagáis una idea de lo que hemos hecho en estos días por esta parte del sudeste asiático.
1. Madrid- Bangkok ( Fly Emirates. 700 euros) Nuestra puerta de entrada al sudeste asiático y una de las más usadas por los viajeros por sus buenos precios y conexiones. Esta vez no hemos estado en la ciudad, ya que estuvimos en el 2008.
2. Bangkok- Chiang Rai ( Air Asia. 30 euros). Chiang Rai es ideal para descubrir la Tailandia rural y la selva. Muy cerca está uno de los pasos fronterizos más usados para cruzar a Laos: Chiang Khong.
3. Frontera de Tailandia-Laos. Noche en Huai Xay, que es la primera ciudad que nos encontramos al llegar a Laos cruzando el rio Mekong. De aquí parten los barcos lentos hacia Luang Prabang en una maravillosa travesía de dos días de duración. http://www.myguiadeviajes.com/2013/02/guia-practica-para-viajar-a-laos/, haciendo noche en la solitaria y turistíca aldea de Pak Beng.
4. Luang Prabang, Laos. La antigua capital laosina a orillas del Mekong está llena de misticismo, templos budistas, jóvenes monjes, un encantador mercado nocturno y mucha mucha tranquilidad. El ambiente que se respira en esta ciudad hace que sea mi ciudad favorita de todas las que conozco en el Sudeste Asiático.
5. Vientiane: Después de una horrible noche en un sleeping bus llegamos a la capital de Laos. Moderna y a la vez tradicional, tiene mucho que ver como el templo Pha That Luang, el más importante del país. Además de un animado mercado nocturno de artesanía y algo de marcha nocturna.
6. Pakse: Un vuelo interno ( carísimo, más de 100 euros con Lao Airlines) nos lleva a Pakse, en la provincia de Champasak, al sur de Laos. De allí en autobús( más bien furgoneta) que nos lleva a las 4000 islas en un trayecto de unas 3 horas de duración.
7. Don Det, 4000 islas. Lo más parecido a la playa que hay en este país se encuentra en esta bifurcación del Mekong que forma multitud de islas. Entre ellas sobresalen dos: Don Khong y Don Det, donde nos alojamos en una cabaña por menos de 4 euros ( eso sí, con ducha de agua fria y ningún lujo). Relax y naturaleza salvaje en estado puro en una de las zonas más auténticas de Laos, ideal para conocer mejor este país tan rural.
8. Siem Reap- Templos de Angkor. Cruzamos la frontera con Camboya y nos dirigimos, después de un largo día de fronteras y carretera, a Siem Reap, la ciudad base para descubrir los maravillosos templos de Angkor. Se necesitan al menos 3 días para descubrir los distintos templos.
9. Lago Tonle Sap y Kbal Spean. Además de los impresionantes templos de Angkor, hay mucho que ver por la zona, como el mayor lago de Camboya con sus casas flotantes o pequeños templos escondidos en la jungla, tesoros que que se descubren después de mucha carretera y caminatas por la frondosa selva.
10. Koh Chang. De nuevo por carretera y tras cruzar la frontera, nos dirigimos a la provincia de Trat, al sur este de Tailandia, para acabar nuestro viaje en la tranquila isla de Koh Chang. La elegimos por su cercanía con Bangkok y creemos que es ideal para descansar en sus playas y hacer actividades relacionadas con el mar y la selva. Un must alquilar un moto para recorrer la isla y sus distintas playas o comerse una mariscada en los distintos restaurantes.
Si estáis pensando en viajar a esta apasionante parte del mundo, y disponéis entre 20 y 30 días, os recomiendo este itinerario que hice recorriendo parte del norte de Tailandia ( podéis incluso empezar en Chiang Mai, la ciudad del norte que merece mucho la pena) varias zonas importantes de Laos, los templos de Angkor y terminar vuestro viaje en la relajada y cercana Isla de Koh Chang en Tailandia. Sin duda es un viaje inolvidable a una de las zonas más atractivas del planeta. Para cualquier duda, pregunta o aclaración, ya sabéis donde me tenéis. Sabaidee amigos.
Más información sobre Sudeste asiático
– Guía práctica para viajar a Laos.
– Mi viaje a Tailandia del 2008.

Bitacoras.com 28 mayo, 2013
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