Poco a poco volvemos a retomar el blog, a viajar, a soñar con nuevos destinos ( o repetir otros) y volver a esquivar la rutina, disfrutar conociendo otros lugares, probando otras gastronomías, descubriendo y aprendiendo de este mundo que ha estado parado un año y medio a causa de la pandemia del coronavirus. Por fín hemos podido hacer algo este verano, y hemos ido al precioso Valle del Jerte y a la Sierra de Francia salmantina con La Alberca a la cabeza, uno de los pueblos más bonitos de España. Y más recientemente, nos hemos ido en familia a pasar el puente de la hispanidad a Madrid y les he preparado a mis hijos 3 días por Madrid llenos de visitas y sorpresas que nunca olvidarán. Una de ellas ha sido dormir en el hotel más antiguo de España, y es que más de 400 años adornan “La Posada del Peine”, un establecimiento hotelero lleno de historia, tradición y leyendas.
Ubicación
Petit Palace La Posada del Peine está situado en la calle de Postas 17, justo al lado de la Plaza Mayor, por lo tanto la situación es inmejorable para recorrer la zona del Madrid de los Austrias. La puerta del Sol y el metro están a escasos 150 metros.
Su historia
En 1610 abrió esta alojamiento gracias a Juan Posada, un emprendedor que vió claro que la estratégica situación en la calle Postas, junto a la Playa Mayor, podía ser aprovechada como hospedaje. Por aquel entonces la plaza Mayor era el centro neurálgico de la que era la nueva capital de España y La Posada del Peine era un establecimiento para el descanso de viajeros y gente de paso por la capital: comerciantes, viajeros, vendedores, curiosos o buscavidas que llegaban a la capital. Estaba situada junto a la Casa de Postas, o sea, el lugar donde llegaba el correo real de la Corte y junto a la Plaza Mayor, centro neurálgico de Madrid.
Todos los carruajes y diligencias que llegaban a la villa paraban aquí, por tanto, la posada era lo primero que veían los viajeros ( buena vista tuvo su dueño). El éxito que tuvo la posada durante años fue rotundo y sus dueños decidieron darle un toque de glamour y elegancia poniendo un peine en cada habitación para uso de sus huéspedes. El peine era un artículo de lujo que sólo tenían unos pocos….
Había distintos tipos de habitaciones, más o menos como ahora. Por ejemplo las «suites» más caras, eran las que tenían más luz natural y más ventilación. Sin embargo, las habitaciones más baratas eran pequeños zulos sin apenas luz ni espacio. Había habitaciones conectadas con pasadizos secretos para las correrías nocturnas e incluso salidas secretas por donde escapar sin ser visto en caso de ser perseguido por la ley. Por supuesto que con el devenir de los años sufrió el hotel sufrió cambios, ampliaciones y remodelaciones pero algo no cambiaba: su éxito entre los viajeros.
Los peines colgaban del tocador y estaban bien sujetos por cadenas o cuerdas ( no he logrado saberlo a ciencia cierta) para que ningún huésped se los pudiera llevar, solo se podían usar si estabas alojado en una de las habitaciones de la Posada del Peine ( como veis, lo de llevarse las amenities de los hoteles no es nuevo, jejeje.). Parece que peinarse con un peine que habia peinado a miles de cabezas no importaba a los viajeros que aquí se hospedaban, todo lo contrario, alojarse aquí daba más caché al visitante y salias peinado del hotel, síntoma de clase y glamour.
La fama de la posada fue grande y durante muchísimos años fue un establecimiento muy prestigioso de Madrid hasta que en 1960 cerró sus puertas. La cadena Petit Palace se hizo con el edificio y lo restauró a conciencia, dejando partes originales del mismo, por eso se conservan muchas partes intactas del edificio, como la fachada exterior. En el interior hay vigas de madera, suelos de madera y trozos de paredes.
Ha sido un verdadero lujo poder dormir aquí, en pleno centro de madrid, en un edificio con más de 400 años de historia y que ha alojado a miles y miles de viajeros. A diario, muchos tours guiados se paran ante el precioso edificio de La Posada del Peine y cuentan leyendas sobre el hotel más antiguo de España…
El Hotel en la actualidad
En la actualidad es un moderno hotel de 4 estrellas con todas la comodidades,WIFI, ducha hidromasaje, desayuno buffet healthy, bicicletas de cortesía y habitaciones de hasta 4 personas. Actualmente cuenta con todas las medidas covid recomendadas por las autoridades y deciros que es un hotel Pet Friendly, ofreciendo cama, cuenco y comida para tu animal de compañia.
El desayuno buffet merece mucho la pena ya que me ha parecido completísimo y con opciones muy saludables como zumos naturales ( apio-espinacas-piña o remolacha-manzana) y productos naturales que no se ven en otros desayunos: gachas de avena, olivadas, yogurt casero con miel, muchos tipos de cereales, infusiones de muchos tipos. Por supuesto, fiambre ibérico, platos calientes, mucha fruta variada…. En definitiva, gran desayuno buffet por calidad y variedad.
El servicio de recepción me ha encantado, siempre atentos, amables y dando consejos para disfrutar de la ciudad, al igual que el servicio de habitaciones, con muy buena limpieza diaria. El día de salida pudimos dejar las maletas y recogerlas por la tarde y también dan la opción de hacer check-out más tarde por un suplemento.
Alrededores del Hotel Posada del Peine
Tienes el Madrid más castizo a tus pies: la Plaza Mayor, el Mercado de San Miguel, La Plaza de la Villa, Ópera, tapas y terrazas en La Latina ( Cava lata y Cava baja), el restuarante más antiguo del mundo, Casa de Botín o un buen bocata de calamares en La Campana o Bar Postas. La Puerta del Sol a un paso, el barrio de las Letras, La Gran Vía, las peatonales calle Preciados, Arenal, Montera….
Si vás a Madrid échale un vistazo al El Petit Palace Posada del Peine, es muy recomendable. Ya os iré contando más cosas de Madrid, que aunque esté casi todo dicho, los 4 días que hemos pasado con niños por allí han sido inolvidables. ¡Hasta la vista!.
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