Le tenía ganas a Copenhague, una ciudad moderna, animada y ordenada con infinidad de posibilidades pero que tiene uno de los niveles de vida más altos del mundo. Tres días apenas son suficientes para descubrir a fondo una ciudad, tan solo dan para pulsar un poco el ambiente de la misma y de conocer sus principales puntos de interés así que no voy a presumir de experto en Copenhague ni nada por el estilo porque no lo soy. Tan solo alguien ( turista, viajero o guiri, como queráis llamarlo) que quiere compartir su experiencia de unos días en la capital danesa por si puede ser de utilidad a cualquiera que le guste viajar. Como la gran mayoría de los mortales sólo vamos de escapada, he decidido contaros de forma resumida que se puede qué ver y hacer en Copenhague en 3 días, una ciudad moderna, ecológica, con mucha historia y ambientada al máximo. Un lugar donde la felicidad, la sostenibilidad, la vanguardia y la no corrupción son su bandera. Pero ojo que Copenhague va más allá de la Sirenita….. 
Día 1
– Ruta por el centro histórico
El casco antiguo de Copenhague, con sus calles adoquinadas, sus palacios, puentes y canales tiene un tamaño perfecto para recorrerlo a pie en una mañana así que lo primero que hice cuando llegué fue ir a la magnífica Oficina de Turismo ( enfrente de Parque Tivoli) y sacar mi Copenhaguen Card para 3 días. Después me fui a hacer un tour a pie en español por el centro histórico. Esta vez lo hice con Sandemans y salen diariamente a las 10 desde la Plaza del Ayuntamiento. Muy recomendable porque te dan datos, anécdotas, curiosidades y te haces una idea de lo más significativo de la ciudad. Luego con más calma podrás regresar y ver lo que te apetezca. 
– La Estación Central de Copenhague ha sido mi punto de llegada y mi punto de salida y como todas las estaciones de tren, hay un tremendo ambiente y trasiego de gente que va y viene. Por la cantidad de gente y por los confusos paneles informativos, os recomiendo preguntar a las amables señoritas que están a disposición del público para que las acribillemos a preguntas. Además está situada en frente del Parque Tivoli por lo que es un buen punto de referencia para ubicarse y para alojarse. Los aparcamientos de bicis en los alrededores dejan a las claras la importancia de la bicicleta en este país.
– La Plaza del Ayuntamiento o Rådhuspladsen junto a Tivoli no tiene el glamour de otras plazas de grandes ciudades europeas en parte porque al estar en obras desluce muchísimo. El edificio del Ayuntamiento ( 1905) se puede visitar de forma gratuita y con suerte puedes ver alguna boda civil. Eso sí, para subir a la torre de 106,5 m de altura y obtener una magníficas vistas tendrás que subir unos 300 escalones y lo que es más difícil, reservar tu entrada ya que sólo unos pocos afortunados suben cada día. Por cierto, en esta plaza también podréis saludar a la estatua del hijo pródigo de la ciudad: el escritor Hans Christian Andersen.
– La calle más famosa de Copenhague se llama Strøget y tiene además un importante récord en su haber: es la calle peatonal más larga de Europa ( o al menos eso me dijeron y he leido). En realidad hay una pequeña trampa y no es sólo una calle, sino que está formada por varias calles peatonales que hacen de esta zona céntrica el paraíso de los amantes de las compras con tiendas de souvenirs, de lujo o de diseño. Apuntad estas tiendas: Georg Jensen, diseño vanguardista de joyas, decoración, accesorios y objetos del hogar, Illums Bolighus, una gran centro comercial de diseño o la tienda de Lego. 
– Nyhavn, el puerto nuevo. Este canal que se construyó en el siglo XVI para unir el puerto con la ciudad, es el lugar más fotografiado y colorido al que tendrás que ir en más de una ocasión. Es algo tan simple como bonito: un puñado de casas de colores, bares, restaurantes y un canal navegable hacen que sea un imán para los turistas. Mi consejo es que también paséis por aquí en barco para tener otra perspectiva de este maravilloso rincón de la capital danesa. Por cierto, justo detrás de Nyhavn almorcé de maravilla de The Union Kitchen, no dejéis de ir. 
– Palacio de Amalienborg es la residencia de la familia real Danesa y por ende de la Reina Margarita. En sus cuatro edificios de estilo rococó vive la familia real en invierno pero durante todo el año hay una ceremonia que merece ser vista: el cambio de la guardia donde los soldados se van relevado por turnos para vigilar que todo esté en orden sea cual sea la climatología. Aquí los militares no son como Buckingham Palace de Londres y como molestes o te acerques mucho hasta te puedes llevar un empujón real. Hora del cambio de guardia: 11:30 sólo cuando la Reina esté en Palacio.
– Frente al Palacio de Amalienborg tienes un bello templo, La Iglesia de Mármol o Iglesia de Frederik (s XVIII), inspirada en la Basílica de San Pedro del Vaticano. El interior es deslumbrante e incluso se puede subir a su bonita cúpula ( el horario es variable) para tener unas buenas vistas de la ciudad. 
– Muy cerca se encuentra el Museo del Diseño, un lugar muy curioso y hasta friki diría yo, con cientos de objetos diseñados para provocar la admiración del que los contempla. No en vano, Dinamarca es uno de los lugares top del mundo en cuanto al diseño así que eres fanático de la moda y lo novedoso, perderte por estas modernas salas va a ser toda una experiencia. Simplemente por curiosidad debes entrar y perderte por este gran museo. 
[box_warning] Casi todo los museos en Copenhague cierran los lunes así que planifica bien tu visita. [/box_warning]
– Mikeller Bar (Viktoriagade 8,) me enamoró por completo, os lo tengo que confesar. En un sótano, tan pequeño que cuesta localizarlo, íntimo y muy de moda, tienen una cerveza artesanal de muchos kilates. De esos lugares que tienen una atmósfera especial, algo que se nota en su ambiente y que te hacen irte de allí con pena de no volver más.
– Parque Tivoli
Es uno de los parques de atracciones más antiguos de Europa ( 1843) pero en el ranking de encanto no tiene rivales, os lo aseguro ya que entrar al Parque Tivoli es colarse en un mundo de fantasía y diversión para todos los públicos ( hasta el mismísimo Walt Disney se inspiró en él). El lugar más turístico de Dinamarca tiene un encanto único, unos jardines cuidados al extremo, unas atracciones alucinantes, unos pabellones hermosos y una decoración refinada. Sus atracciones más conocidas son las sillas de Himmelskibet, el águila o las diferentes montañas rusas, sin olvidaros de sus bellos jardines, sus conciertos, sus luces nocturnas y fuegos artificiales. Para comer tienes un restaurante histórico, el Groften o si quieres algo más étnico, actual y eocnómico prueba el asiático Wagamama. Precio entrada al parque: 99 coronas danesas (DKK) pero cada atracción cuestan 25 o 50 DKK por lo que casi conviene sacar el abono diario por 199 DKK o tener la Copenhaguen card para entrar gratis. 
Día 2:
– El Museo Nacional de Dinamarca ( abre a las 10) es gratuito así que habrá cola para entrar pero si tienes la Copenhaguen Card no tendrás que esperar nada de nada y si tienes suerte hasta te darán una regaliz de bienvenida. Es bastante interesante, el edificio una maravilla arquitectónica y de diseño ( no podía ser de otra manera) y colecciones realmente importantes como una momia de la edad de hierro, momias egipcias, utensilios de la edad de piedra o joyas vikingas. Todo un viaje al pasado de Dinamarca. 
-En el islote de Slotsholmen se encuentra Christiansborg, otro de los imponentes edificios que hay en el centro de la ciudad, con el añadido de que subir a su torre de 179 metros, la más alta de la ciudad, es gratis ( no así la visita al palacio) y obtendrás una de las mejores vistas de Copenhague. Eso sí, el no tener que pagar te va a costar una buena espera como no vayas temprano. Aquí está la sede del Parlamento Danés, el Tribunal Supremo y también es usado por la Monarquía por lo que es un Palacio muy bien aprovechado. 
– Al tener la Copenhaguen Card me incluía un idílico paseo en barca por los canales, una de las actividades más bonitas que se pueden hacer en la capital danesa. De una hora de duración, los barcos Stromma tiene audios en varios idiomas, están perfectamente dotados de calefacción y ventanas correderas así que hasta con frio y lluvía se puede realizar este paseo. Se pasa por Nyhavn, el modernísimo edificio de la Ópera, edificios históricos, la Sirenita o el tranquilo barrio de Christianshavn. Si haces el paseo por tu cuenta, tendrás que pagar 85 DKK.
– Os guste más o menos, La Sirenita tiene que estar presente en cualquier visita a la capital Danesa por su historia, tradición y popularidad. Dicen de ella que es una de las 3 atracciones más decepcionantes de Europa después de la Mona Lisa y del Manekken Pis Belga. Y es cierto que es poca cosa, que es una estatua pequeñita y está un poco a desmano pero el símbolo de la ciudad debe ser visitado aunque cueste llegar un día de frío. Eso sí, ojo la hora a la que vas porque cuesta hacerle una foto sin que salga gente alrededor, una cosa asombrosa la de gente que casi se quiere subir en la estatua. De camino a ella se puede disfrutar de la preciosa Fuente de Gefión inspirada en la mitología nórdica y del Kastellet, una fortaleza militar en forma de estrella y bastiones en sus puntas que hoy día permiten un estupendo paseo por sus amplias zonas verdes.
Día 3:
– Me fui a primera hora a uno de los mercados locales más nombrados de la ciudad, el Mercado de Torvehallerne porque allí dicen hay productos ecológicos, multitud de productos y unos precios no demasiado prohibitivos. La verdad es que el mercado es muy interesante, colorido y animado, puedes cotillear lo que comen los daneses y comerlo tú. No se puede pedir más así os recomiendo hacerle una visita para comer algo en él o simplemente para dar una vuelta. 
– La Torre Redonda o Rundetarn es ideal para tener una vistas preciosas de toda la ciudad y además, es bastante fácil de subir ya que casi toda la subida es sin escalones salvo el tramo final. Fue construida en 1642 con el objetivo de ser el observatorio del astrónomo Tycho Brahe y leyendas cuentan que el Zar Pedro el Grande subió a caballo hasta arriba por la rampa espiral y hasta un coche hizo lo propio algunos años más tarde. Sea como fuere, si pasas cerca es buena opción subir y ver los tejados de la ciudad. Precio: 25DKK, gratis con la Copenhaguen Card.
– La Glipoteca Ny Carlberg ha sido para mi una de las sorpresas culturales de la ciudad, un museo realmente importante con obras cumbre del arte mundial. Aquí encontrarás una gran colección de Gauguin ( su mujer era danesa), Picasso, Van Gogh, Monet, Renoir o esculturas de Rodin. Además cuenta con una impresionante colección de arte antiguo, las más grande del norte de Europa. La entrada con su frondoso y tranquilo patio ya sorprende pero mucho más su inmensidad y la cantidad de importantes obras de arte. Los domingos la entrada es gratuita. Resto de días: 75 DKK. 
– La Ciudad libre de Christiania es un lugar curioso, raro y único. Un pequeño espacio con gobierno y leyes propias que se proclama independiente de Dinamarca y de todo el mundo ( tampoco de la Unión Europea). Una comuna hippie que recibió unos terrenos militares por parte del gobierno en 1971 y que desde entonces han hecho basicamente lo que les ha dado la gana. De hecho las drogas blandas están permitidas y se venden y consumen por doquier, algo que me hizo salir de allí mareado de tanto humo….. Hay mucha libertad para algunas cosas pero otras, como hacer fotos están prohibidas así que no os extrañéis si veis carteles de prohibido esto o lo otro. Aún así, es una visita que hay que hacer por su tranquilidad, sus paseos por el lago o sus conciertos al aire libre. Uno de los mejores restaurantes del mundo, Noma queda muy cerca pero no me convencen los 300 euros para comer allí así que desistí de visitarlo. 
– Fábrica Carslberg. La verdad es que me ha decepcionado un poco, quizás porque la última fábrica de este tipo que visité fue la de Heineken en Amsterdam donde me divertí bastante. Ésta, además de estar un poco lejos del centro ( hay que ir en tren o autobús) es cara y la visita es un poco aburrida. Para mi sólo merece la pena si tienes la Copenhaguen Card ya que está incluida la entrada. Un poco de historia, forma de elaborar la cerveza, una cuadra con caballos percherones, una mega tienda de recuerdos y un bar siempre lleno ya que con la entrada incluye una consumición. La Carslberg roja que probé me gustó mucho. De 10 a 18. Precio: 13 euros.
– TapHouse, para los amantes de la cerveza. Para saborear mis últimas horas decidí ir a TapHouse ( Lavendelstræde 15), un local en el centro de Copenhague que ofrece más de 60 variedades de cerveza artesanal. Hay tantas que es difícil elegir a sí que lo mejor es dejarse aconsejar por el personal o ir pidiendo sin ton ni son, como veáis. Los precios son elevados, algo normal en la noche danesa. 
Más información
- Para dormir y viendo los precios de los hoteles, he optado por un albergue moderno en habitación compartida, Steel House Copenhaguen ( 30 euros lo noche). Muy bien equipado y situado cerca de la Estación Central y del Parque Tivoli.
- Y para llenar el estómago, que también lo hice, en breve publicaré un post sobre donde comer en Copenhague sin arruinar demasiado tu bolsillo. Me ha costado mucha investigación y algo de suerte pero al final comí bien en Copenhague y no muy caro.
- Mi guía para planificar un viaje a Copenhague.
- Barrios de Copenhague que merecen la pena: Vesterbro, Frederikstaden, Osterbro, Norrebro o Christianshavn.
- Si os justa el Jazz, en Copenhague tienes muy buenos garitos como JazzHouse.
