Marruecos es uno de los países que tiene la cualidad de atraparme como el primer día y que me sigue sorprendiendo cada vez que lo visito. A pesar de su cercanía con España, el choque cultural que te encuentras y las escenas que se ven hacen que te traslades a otra época muy atrás en el tiempo. Es un país grande, de rica cultura y mucho que ver, cosa que espero seguir descubriendo en mis viajes ya que me falta mucho por ver de este encantador país. Hace poco hice una ruta en coche por el norte de Marruecos y me gustaría compartirla con vosotros. Una escapada ideal si dispones de 3-4 días que te sumergirá en una zona con una identidad propia, magníficas playas, una rica historia, sobresaliente gastronomía y una gente encantadora. Más no se puede pedir y te aseguro que si haces el norte de Marruecos por libre, no te vas a arrepentir. Vamos por partes.
Como llegar al norte de Marruecos
Cruzar en barco el estrecho es fácil y se puede hacer desde el puerto de Algeciras o desde el de Tarifa. Puedes cruzar con tu coche o sin él aunque nosotros preferimos dejar el coche en un parking de Algeciras ( aparcamientos El Carmen) y alquilar el coche en Tanger. Desde Algeciras los ferrys llegan a Tanger Med, el nuevo macro puerto del Norte de Marruecos que está arrasando en cuanto a tráfico de mercancías y si sales desde Tarifa el ferry te llevará al puerto de Tánger, mucho más preparado para la llegada de pasajeros. Los precios por trayecto están entre los 15-30 euros, dependiendo de la compañía. La frecuencia de ferrys es muy amplia así que no hay problema salvo que haya temporal en el estrecho y se suspendan los ferrys.
Coche de alquiler
Para alquilar un coche tuvimos algunos problemas ya que no encontraba agencias que ofrecieran el coche en el puerto de Targer Med ( en Tanger todo lo que quieras). Al final encontré de casualidad Montreal auto que no me puso problemas con el puerto pero claro, no sabía yo que nos trasladarían en un coche desde el puerto de Tanger Med hasta su oficina en Tanger… Total, que tuvimos que perdimos unas horas aunque al menos el traslado estaba incluido en el precio del alquiler. Precio por día: 33 euros.
Mi ruta de 3 días por el norte de Marruecos
La idea era hacer una ruta circular de 3 días por el norte y fue lo que hicimos, sin alejarnos mucho aunque Fez me llamara a gritos….Empezamos por Tetuán para luego pasar por Chefchauen, Larache, Asilah y acabar en Tanger. Las carreteras que nos hemos encontrada han sido buenas, no muy transitadas y otra buena notica es el gasoil en Marruecos: más barato que en España ( 0,80 euros el litro). Por lo demás, sin problemas aunque siempre atento porque se cruzan animales, personas con burros, bicicletas, peatones que cruzan por donde quieren…. Si se te hace de noche conduciendo más cuidado aún.
Os cuento que en esta ruta de 3 días completos por el norte de Marruecos se pueden ver cosas muy interesantes, ciudades históricas, monumentos de antiguas civilizaciones, mercados tradicionales o extensas playas de fina arena. Tetuán, la antigua capital de Protectorado Español, tiene ese aire de colonia y tiene claros rasgos andalusíes, no en vano aquí vinieron muchos refugiados de Al Andalus y se establecieron aquí, fortificando la ciudad. Su medina me encantó, el ensanche español, otro barrio mucho mas amplio tiene también su encanto y sobre todo, es una ciudad auténtica, sin mucho turista, con bonitas casas palaciegas y un ambiente muy relajado.
Siguiendo nuestro camino llegamos hasta Chauen o Chefchauen, la ciudad azul, hipnótica y mágica que te transporta a otra dimensión. Su emplazamiento en las montañas, esos colores azulados, esa limpieza, sus calles llenas de turistas, sus tiendas de artesanía…. En fín, parece como si entraras en un mundo distinto dentro de Marruecos y sin duda atrapa a todo el que la visita porque el ambiente que se respira es adorable.
De allí hicimos en coche algunos kilómetros hasta parar en Alcazarquivir, con un gran mercado callejero a donde los locales van a vender sus gallinas vivas, entre otras muchas cosas ( por cierto, un zumo callejero de caña de azúcar casi acaba con uno de nosotros….). Por fin llegamos a Larache, otra de las ciudades donde los españoles estuvimos bastantes años, cosa que aún se nota en carteles, nombres de hoteles o de plazas.
Me gustó bastante está ciudad costera y pude conocer su medina ( no tan perfecta como la de Chauen), sus desvencijados edificios y las ruinas de Lixus ( abierto a diario de 9 a 16. Entrada gratuita ), el antiguo asentamiento de fenicios, cartagineses y romanos. Una pena ver como este importantísimo yacimiento arqueológico está semi abandonado y apenas si se hacen trabajos de recuperación en él. Se ve que Volúbilis se ha llevado todo el presupuesto en arqueologia del norte de Marruecos…..
La noche de Larache nos llevó a un bar semi clandestino donde vendían alcohol ( ya tocará contarlo porque la experiencia fue muy auténtica) y al día siguiente nos encaminamos hacia Assilah o Arcila, ciudad costera muy visitada por el turismo. Sus estrechas calles, el continuo viento azotando, sus largas playas de arena fina o sus murallas junto al mar la han hecho famosa y pudimos comprobarlo con algunos autobuses a la puerta de las murallas de la ciudad antigua y muchas tiendas de recuerdos.
De allí a Tánger, la gran ciudad del norte de Marruecos solo hay un paso y apenas nos dió tiempo para ver que es bastante cosmopolita y tiene enormes avenidas que cortan cuando algún pez gordo del gobierno pasa, dejándonos al resto de mortales en tremendo atasco. Su cercanía con España le confiere un toque muy europeo a la ciudad y en ella se pueden ver imágenes similares a muchas grandes ciudades europeas, siempre con la diferencia y el toque marroquí.
Donde dormir
Como hago muy menudo cuando viajo sin la familia, llevaba sólo la primera noche de la escapada, para después ir buscando sobre la marcha alojamiento, porque aunque sabía más o menos el itinerario, prefiero ver in situ el lugar y además suele salir más barato. En Tetuán, como ya conté en el blog, dormimos en el Hotel Marina, un lugar muy básico a pocos minutos de la medina sólo apto para los que estamos acostumbrados a dormir en cualquier sitio…. En Chauen la suerte mejoró algo y dormimos en el Hotel Souika ( 40 euros la cuádruple), lugar bastante aceptable en plena medina, con baños compartidos, buena terraza y a buen precio. Y la suerte nos mejoró aún más en Larache ya que acabamos de casualidad en un caserón del siglo XIX regentado por un encantador señor. La Maison Haute parece un lugar de un folletín, esas novelas del siglo XIX llenas de ritmo, amor y misterio. Me fascinaron sus antigüedades, su ecléctica decoración y su terraza con vistas a toda Larache ( Precio negociado con el dueño: 60 euros 4 personas).
Qué y donde comer
Comer en Marruecos es una delicia, como ya pudisteis comprobar cuando os recomendé 3 lugares para comer en Marrakech. La cocina marroquí es única, especiada y muy sabrosa. Para mi es una de las mejores cocinas del mundo y en este viaje también la hemos disfrutado, como no podía ser de otra manera. Mi experiencia culinaria comenzó en Tánger, comiendo un bocadillo de calamares fritos en Tajik, un restaurante local. Muy ricos aunque he de decir que muy especiados y con pepinillos, no como los de Madrid.
En Chaouen una de cal y una de arena. Almorzamos regular en Djebli, en plena plaza Outa el Hamman, la plaza principal de la medina. Demasiado turístico y el sabor para nada autentico. Pero por la noche nos desquitamos en un sitio sublime, alucinante y maravilloso: en Restaurante Sofía probamos unos platos con un sabor exquisito, con ese toque casero de mujer que cocina a las mil maravillas. Fueron algo lentos, pero el sabor del cous cous o del Tajín mereció la pena. Os lo recomiendo si vais a la ciudad azul.
En Larache nos fuimos al puerto a comer pescado fresco y fue un acierto. En Restaurante Royal se puede comer pescado frito o la plancha, recién pescado en los caladeros vecinos y estaba lleno de gente local, cosa que casi siempre es garantía. Para cenar en Larache acabamos en el semi clandestino Estrella del Mar, comiendo gambas y calamares fritos con cerveza y vino tinto. Extraña mezcla para ser Marruecos.
En Asilah paramos en Restaurante Sevilla, un lugar que aunque estaba vacío, nos dejó satisfechos a pesar de que el cous cous estaba demasiado seco… El servicio muy servicial, como de costumbre en esta tierra. Y en el barco de vuelta a Algeciras nos tomamos unas cervezas a precio de oro y no compramos comida porque vaya precios se gastan en los ferries…. De ahí a nuestra Málaga querida hubo un paso que me dió para ir pensando cuando volveré por esa maravillosa tierra vecina que es Marruecos……
Consejo viajero
– Para moverme por los países que visito utilizo la aplicación Maps.me, que te permite descargar el mapa de cualquier país para luego usarlo sin necesidad de conexión a internet ni de datos.
Más información
– Aquí tienes todos mis artículos sobre Marruecos.
– Para viajar a Marruecos te aconsejo ir tranquilo con Iati Seguros.

Mari Carmen 30 marzo, 2016
Entocnes es fácil moverse en coche por Marruecos? Es que allí me daría un poco de respeto hacer un roadtrip! Tengo ganas de volver a Marruecos para ver precisamente algunas de las ciudades que has visto en este viaje!