Recién aterrizado de mi pequeña escapada a Marrruecos, y antes de hablaros en profundidad sobre este encantador país, me gustaría dejaros un resumen de lo vivido, que ha sido mucho y bueno en estos días. Ni que decir tengo que no hay problema alguno, aunque hemos visto como el turismo, no sé si por la dichosa crisis o por el miedo a los países árabes, está bajando más de lo deseado. El único «pero» del viaje ha sido la nefasta y vergonzante situación vivida en nuestro vuelo de vuelta, que fue cancelado 3 horas antes, según dicen por problemas meteorológicos. Ninguna explicación por parte de la compañía aérea con más cara dura del mundo ( omito su nombre para no darle publicidad gratis), pocas alternativas y mucho cabreo entre los presentes. Nos salvó llevar pórtatil y reservar las últimas plazas de un vuelo a Barcelona… ¡¡Pero con el dinero que me ha costado tengo claro que de mi no se rien más!!
Dejando de lado este inesperado final, que no empaña unos días inolvidables con unos compañeros de viajes excepcionales, se me ocurren muchas razones por las que visitar Marruecos: su exquisita gastronomía, muy buenos precios, cercanía a España, una amplia oferta de vuelos disponibles ( pero cuidado con quién voláis!!), cultura impactante, muy buena gente y mucha mucha aventura…. Hemos conducido por sus carreteras y comprobado como las gasta la policía, hemos disfrutado de la ciudad costera de Essaouira, nos hemos perdido y hemos sobrevivido a aglomeraciones en la Medina de Marrakech, hemos disfrutado del lujo de los Riads, esos oasis de tranquilidad sin los que no se entiende este país, hemos comido exquisiteces en palacios, bocadillos en plazas atiborradas de mercaderes y disfrutado del exquisito té verde. Hemos comprobado el ambiente de una plaza inolvidable, Jemma El Fna, llena de tenderetes, saltimbanquis, músicos y vendedores que se ganan la vida a base de mucho esfuerzo y algún turista fácil de convencer… Hemos regateado en sus zocos, a pesar de que a los españoles nos llamen «bancarrota» y comprobado como este humilde pueblo mantiene costumbres ancestrales a pesar del año en que vivimos.
Algunos datos prácticos sobre Marrakech y Essaouira
– Población: Marrakech tiene mas de un millón de habitantes y Essaouira cuenta con unos 70.000 habitantes.
– Idioma: El árabe y el bereber. El francés está muy extendido y es la lengua del comercio. El español es hablado en muchas zonas, especialmente en el norte del país.
– Clima: Marrakech tiene 20 grados de temperatura media anual con veranos muy calurosos.Essaouira tiene buenas temperaturas todo el año y mucho viento ideal para los amantes del surf.
– Sanidad: Es aconsejable tener seguro médico y llevar algún medicamento para pequeñas dolencias, especialmente las relacionadas con el estómago.
– Visados: Pasaporte en vigor con fecha de caducidad superior a 6 meses.
– Enchufes: No hay problemas, son del tipo europeo.
–Hora: una hora menos que en España en invierno, dos menos en verano.
– Moneda: Dirham. 11 dirhams equivalen a un euro.
– Transporte: Hemos alquilado coche para ir a Essaouira ( 100 euros dos días). También hay autobuses que conectan ambas ciudades diariamente. 2:45 de trayecto si no os perdéis…
– Alojamiento: Es casi un deber alojarse en un Riad, alojamientos con encanto ubicados en casas tradicionales de las medinas. El trato personalizado y la tranquilidad son sus señas de identidad. En Essaouira hemos disfrutado del Riad Dar Liouba y en Marrakech nos hemos hospedado en Riad Amina y Riad Boussa, ambos en la Medina.
– Mas información sobre excursiones, hoteles y circuitos en Marruecos en K.I.T Voyages.
Hay tantas anécdotas y tanto que contar en un viaje a Marruecos que no sé por donde empezar. Sirva este video, » Marrruecos desde mi Iphone» como aperitivo de lo que iremos contando en esta humilde página de viajes que sólo pretende animaros a viajar para entender mejor el mundo en el que vivimos.


M.C. 8 febrero, 2012
Lo del vuelo ha sido terrible! Vaya getas! Pero bueno, quedaros con la buena experiencia de una ciudad fascinante como Marrakech y de una joyita como Essaouira (que por cierto, a mí me gustó incluso más que Marrakech).
Un abrazo