No hay duda de que Roma es una ciudad religiosa, sus más de 900 iglesias lo atestiguan, y a cada paso que damos nos encontramos con importantes templos, pequeñas capillas, imponentes Basílicas o conventos semi desconocidos que guardan riquezas y excepcionales obras de arte en su interior. Y esto no es de extrañar ya que Roma es hoy día la sede de la iglesia católica y desde que en siglo IV el cristianismo fuera religión oficial, toda la ciudad fue llenándose de templos que dotaron a esta urbe de una religiosidad sin parangón. Edificios lujosos y otros que exteriormente dicen poco, guardan en su interior mucha historia e incalculables riquezas en forma de obras de arte. Vamos a hacer un recorrido por los principales templos que visitar en Roma empezando por las cuatro Basílicas Mayores ( San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo y Santa María la Mayor) y repasando algunas iglesias y basílicas menores que merecen una visita por alguna u otra razón. Si sois amantes de este tipo de construcciones, la capital del Lacio es vuestra ciudad.
San Pedro del Vaticano. El templo católico más famoso de Roma es esta gigantesca Basílica levantada sobre la tumba del apóstol Pedro en el mismo lugar que la mandó construir Constantino en el siglo IV, y que presume de ser el mayor espacio interior de una iglesia cristiana en el mundo ( ya sabéis que los récords Guinness en los viajes me encantan). Por fuera es impresionante, con una fachada de 115 metros de ancho y 46 de alto y las esculturas de los apóstoles coronándola o sus cinco grandes puertas de entrada al templo. Pero si el exterior es asombroso el interior es deslumbrante, con algunas maravillas que dejan a uno con la boca abierta como la impresionante cúpula de Miguel Ángel, las tumbas de muchos Papas incluyendo la de San Pedro y multitud de obras de arte de incalculable valor como La Piedad de Miguel Angel. Por cierto, si quieres ver la Capilla Sixtina, tendréis que hacerlo visitando los cercanos Museos Vaticanos.
La Basílica de San Juan de Letrán ( San Giovanni in Laterano) es, en contra de lo que la gente piensa, la Catedral de Roma y la más importante de las cuatro Basílicas mayores. Templo levantado por el emperador Constantino en el siglo IV en honor a Juan Bautista, es la primera iglesia que se levantó en Roma y una de las visitas más importantes que se pueden hacer en esta ciudad. La importancia de esta Basílica es tal que hasta 1870 todos los pontífices eran investidos en San Juan de Letrán y cada Jueves Santo el Papa celebra los oficios en ella. A destacar sus frescos, sus bellas capillas y un bello claustro.
Santa María la Mayor. Nos encontramos ante la mayor Basílica dedicada a la Virgen María ( hay 26 por toda Roma) y es una de las cuatro grandes de la ciudad con varios estilos arquitectónicos que la hacen única. El interior, como es habitual en las iglesias de Roma, está cargado de detalles y obras de arte de incalculable valor como algunos mosaicos paleocristianos del siglo V, la asunción de Bernini, la Capilla Sforza ( última obra diseñada por Miguel Ángel) o la tumba de Bernini. Si os digo la verdad, estuve dentro y si no me lo dicen no veo nada de esto porque a veces cuesta reconocer tantos detalles y riquezas ( y os aseguro que las iglesias de Roma guardan miles de ellas…).
San Pablo Extramuros. De las cuatro grandes Basílicas de Roma, ésta es la que está más alejada del centro, fuera de las murallas originales de la antigua Roma y levantada en el lugar que murió el apostol San Pablo. Aunque en el siglo I se levantó un pequeño santuario en memoria del apóstol, no fue hasta el siglo IV cuando se levantó una pequeña iglesia que más tarde daría lugar al gran templo que conocemos en la actualidad. Su interior es grandioso, pomposo y cargado de obras como los mosaicos del siglo XIII pero destacan el atrio con 150 columnas o el bello claustro del siglo XIII. Algo alejada del centro, creo que es una visita para los que van con tiempo o les apasiona este tema.
La Basílica de San Clemente, además de templo cristiano, es un impresionante complejo arqueológico en tres niveles que repasa la historia de Roma desde el cristianismo a la Edad Media. Bellos mosaicos con más de 1000 años o restos de la casa romana que aquí había, hacen de este lugar una interesante visita y que sea toda una experiencia pederse por sus laberínticos pasadizos llenos de historia.
Santa María in Trastevere es una iglesia medieval que se asienta sobre los restos de una primitiva iglesia paleocristiana del siglo II aunque el edificio actual data del siglo XII y donde dice la leyenda que brotó una fuente de aceite. En su exterior destacan los mosaicos de la fachada y el campanario. Su interior no es tan espectacular como otras iglesias, destacando sus pequeños retablos, los mosaicos dorados del ábside y la escultura de San Antonio, destinada a conceder deseos.
Santa María del Popolo. Nada más entrar a la amplia Plaza de Popolo, la puerta de entrada a Roma durante muchos años, me encontré con esta iglesia renacentista y pasé a echarle un vistazo. Se levantó para ahuyentar los fantasmas de Nerón, que había sido enterrado aquí junto a un nogal embrujado. Se taló el árbol y se levantó una capilla allá por el año 1099. Más adelante importantes artistas como Rafael, Bernini o Caravaggio decoraron la iglesia por lo que su interior es deslumbrante y repleto de pequeños tesoros, algunos más macabros que otros….
Basílica Santa María de Mártires. Si no fuera por donde está no sería una iglesia muy visitada pero al ser parte del Panteón de Agripa, es uno de los lugares con más tránsito de turistas de toda Roma. Es uno de los edificios más antiguos de la ciudad y se ha mantenido intacto desde el siglo III hasta nuestros días, a pesar de saqueos e invasiones que asolaron la ciudad. Fue convertido en templo cristiano en el siglo VII en honor a los mártires ejecutados en su interior. Un edificio histórico espectacular y una visita obligada en Roma, más por su historia que por ser una iglesia.
Santa Maria in Cosmedin. Una visita a Roma sin pasar por esta iglesia medieval de campanario románico no es tal, y no porque la iglesia sea espectacular o muy conocida sino porque en el pórtico de la misma se encuentra una de las atracciones más curiosas de la ciudad, la Boca de la Verdad, una antigua escultura del siglo I que se cree que era una tapa alcantarilla con forma de cara y que «te dará un mordisco si no dices la verdad». Las colas que se forman suelen ser largas, todo lo contrario que el interior de la iglesia, austero, sobrio y sin apenas gente pero lleno de encanto y misticismo. Y en las catacumbas de esta iglesia tienen lugar algunos pasajes del libro de Matilde Asensi, el Último catón.
La iglesia de San Pietro in Vincoli podría ser una más de las cientos que hay por Roma pero guarda una estatua que la hace ser especial y muy visitada: el moisés de Miguel Ángel, una de las esculturas más célebres de todos los tiempos. Fue construida en el siglo V para guardar la reliquia de las cadenas que martirizaron a San Pedro, hoy expuestas en la cripta frente al altar.
Santa Maria sopra Minerva es especial ya que es la única iglesia gótica de Roma y está repleta de tesoros artísticos como la capilla Caraffa, la tumba de Catalina de Siena o el cristo resucitado de Miguel Ángel. Su sencilla fachada no tiene nada que ver con su colorido y bello interior, que la verdad me dejó boquiabierto. El mini obelisco de la plaza con el elefante fue diseñado por Bernini.
Iglesia de Santa María de la Concepción. No es la iglesia más impresionante ni la más popular pero tiene una curiosidad que la hace única: su cripta de los Capuchinos. Su interior no es ostentoso como la mayoría de las iglesias de Roma sino simple y austero pero en su cripta están repartidos los huesos y cráneos de 4000 hermanos capuchinos, así como algunos esqueletos completos con el hábito de los monjes capuchinos, lo que hacen que este lugar sea uno de los rincones más tétricos de Roma.
Hasta aquí nuestra selección de templos en Roma. Está claro que se pueden visitar cientos de iglesias más en esta ciudad por lo que si os gustan estas edificaciones, vuestro viaje a ser inolvidable. Arte y religión unidos en una sinfonía de opulencia, boato y ostentación que se mantiene a lo largo de los siglos. A veces me pregunto si es necesario tanto patrimonio y riquezas…..

moonflower (Carol) 20 enero, 2014
Dicen que podrías pasar un año en Roma y no verlas todas. La verdad es que hay tantísimas que puedes tirarte días solo visitando iglesias. Lo mejor es que son museos la mayoría de ellas.
Excelente recopilación Fran. Y coincido contigo, yo también me pregunto si es necesaria tanta riqueza. Por eso me gusta tanto el románico, por su sencillez.
Un abrazo