El senderismo es una actividad tan antigua como la propia existencia del ser humano y creo que uno de los primeros pasatiempos del hombre desde tiempos remotos. Pasear por el simple hecho de pasear y disfrutar de un paisaje, gozar de la naturaleza, de una montaña o de cualquier paraje natural es algo que te hace sentir cerca de la tierra y que para muchos es una pasión, casi un modo de vida. Soy consciente que por el mundo hay repartidas maravillosas rutas senderistas y que no he hecho ninguna de ellas pero dificilmente pueden igualar en belleza la ruta de trekking más bonita de islandia y quizás del planeta. Me estoy refiriendo al trekking de Landmannalaugar, una ruta al sur de Islandia que transcurre entre maravillosos paisajes y que sintetizan todos los contrates de Islandia: volcanes, glaciares, fumarolas, campos de lava, montañas o bellas cascadas hacen de este recorrido una de las rutas de trekking más bonitas del mundo.
Ante todo deciros que no hemos hecho la ruta entera ya que hacen falta al menos 4 días para completarla y nosotros no disponíamos de tanto tiempo. De hecho, sólo nos quedaba un día de nuestro viaje a Islandia así que tuvimos que hacer la parte de la ruta que sale de Skógar hacia las tierras altas islandesas y volver por el mismo camino en unas 9 horas de inolvidable ruta. No nos hizo falta más para comprobar lo maravillosa de la zona y me atrevo a decir que es una ruta única e inigualable, con paisajes que parecen sacados de otro planeta. Y como hice muchas fotos ( demasiadas como es de costumbre), os dejo al final de este artículo un video con las mejores fotos de ese día de trekking por el Sur de Islandia.
El trekking completo
Antres de contaros nuestro día de caminata vamos a daros unas pinceladas del que dicen es uno de los trekkings más bonitos del mundo y que transcurre desde la localidad de Skógar, junto al océano atlántico hasta Landmannalaugar, «la tierra de los hombres y las tierras calientes». Los amantes del senderismo podrán disfrutar de cascadas, volcanes, valles, bosques, glaciares, lagos o dormir en refugios de montaña. El recorrido completo, que se puede hacer en ambas direcciones, tiene unos 80 kilómetros de longitud y una duración aproximada de 6 días en distintas etapas que se dividen más o menos así:
Día 1: Skógar – Fimmvörðuháls: 14 km/6-7 horas.
Día 2: Fimmvörðuháls – Þórsmörk: 10km/6-7 horas.
Día 3: Þórsmörk – Emstrur (Botnar): 18km/6-7 horas.
Día 4: Emstrur – Álftavatn: 15km/6-7 horas.
Día 5: Álftavatn – Hraftinnusker: 12km/ 5-6 horas.
Día 6: Hraftinnusker – Landmannalaugar: 12km/5-6 horas.
Fijaos que maravillas de paisajes se pueden disfrutar en este trekking, único en el mundo por la cantidad y variedad de fenómenos de la naturaleza que encontramos a lo largo de su recorrido y parece que la parte que hicimos parece que es de lo «peor» de la ruta). Estas tres fotos siguientes son de Al filo de lo impresentable, un blog donde hicieron la ruta completa y que saben mucho de montaña y senderismo.
Nuestra experiencia
Después de poneros en situación vamos a contaros nuestra experiencia por estas tierras, que como he dicho se redujo al día 1 del trekking saliendo desde Skógar y volviendo sobre nuestros pasos en unas 9 horas de travesía que me supieron a poco. Unas pocas horas nos bastaron para darnos cuenta de la belleza de esta ruta pero lamentablemente nos faltaron días para realizar el trekking completo, la excusa perfecta para volver a este maravilloso país. Amanecimos con unas vistas de excepción y es que el camping de Skógar está perfectamente situado junto a la bellísima cascada de Skógafoss. No tiene precio dormir en un paraje natural como este, así que los 10 euros que cuesta acampar aquí se dan regalados. Abrir la tienda y ver la cascada es una de las imágenes de este viaje a Islandia.
La ruta empieza justo en esta cascada y lo primero que hay que hacer es, después de admirarla como es debido, subir cientos de escalones de madera hasta llegar a la cima de la cascada. A mitad de subida nos desviamos por un pequeño sendero para ver la cascada con un reluciente arco iris. «Si la ruta empieza así no quiero imaginar lo que viene después», pensé. Skógafoss es una de las cascadas más grandes del país, tiene un caída de unos 60 metros de altura y 25 metros de anchura. Precisamente por esa cantidad de agua que cae y la espuma que se forma, es muy probable ver el arco iris los días soleados como fue nuestro caso. Según cuenta la leyenda, hay un tesoro vikingo enterrado detrás de la cascada y nadie ha podido dar con él aún……
Si se empieza desde Skógar, toda esta primera jornada de la ruta es de subida casi constante así que nada más subir a la cascada empieza la ascensión, lenta pero sin pausa. Se llega a alcanzar en esta primera etapa un desnivel de unos 1000 metros ( ruta de nivel medio), siempre siguiendo el curso del río Skógar, lo que hace que se vean por el camino espectaculares cañones y más de una veintena de cascadas de distinto tamaño, a cual más bella. Me pareció que el recorrido no estaba demasiado bien señalizado por lo que nosotros nos guiamos más por los senderistas que iban delante que por los escasos pivotes de madera muchas veces tirados en el suelo y casi invisibles.
Hacer este trekking con condiciones meteorológicas desfavorables ( niebla, viento o frío) debe de ser bastante complicado y no apto para principiantes pero al ser verano y contar con un buen día no tuvimos demasiados problemas aunque nos desorientamos en la bajada y perdimos casi una hora en volver a encontrar el camino de regreso. Los senderos escasamente señalizados muchas veces confunden al caminante…
El camino es de subida casi constante pero la emoción y los paisajes que vamos viendo hacen que no notemos para nada el esfuerzo. Lo bueno de esta ruta senderista es que se disfruta casi en soledad ya que no que hay mucha gente haciendola, apenas unos senderistas con los que nos cruzamos y saludamos como es de rigor en la montaña. Hasta 23 cascadas se pueden ver en esta primera etapa de la ruta, que transcurre junto al río Skógar. Uno de los pasos más bonitos es a través de un puente de madera sobre el río, con unas panorámicas impresionantes de la zona.
Hemos hecho algunas pausas para reponernos de los constantes repechos y hemos tomado unos dátiles y unas nueces, ideales para no perder energía en jornadas de senderismo. Por supuesto hay que llevar agua pero no preocuparos que el río está cerca y es fácil beber o llenar la botella. Nos vamos acercando a los glaciares y ver esa nieve tan cerca nos va aconjogando pero maravillando a la vez, a lo que se une que la temperatura, que va bajando considerablemente a pesar del día soleado que nos acompaña. No nos queda mucho para llegar a Fimmvörðuháls, el final del primer día de travesía pero haciendo cálculos decidimos emprender el regreso por donde habíamos venido, no sin antes hacer una alto para descansar y prepararnos una sopa caliente y algún bocadillo que nos sabe a gloria envueltos en este maravilloso paisaje. La vuelta, casi siempre en bajada, se hace mucho más llevadera y te da tiempo a ver algunos detalles del paisaje que no habíamos visto, como la ruta con el océano de fondo. Tanto gozar y disfrutar del paisaje nos hizo despistarnos más de la cuenta y salirnos del sendero marcado por lo que nos costó un buen rato volver al camino correcto. Aún así, la experiencia de andar entre glaciares y de admirar maravillosas cascadas nos ha llegado al alma. Caminar por esta tierra y respirar este aire puro es un lujo y admirar los paisajes que hay aquí ha sido una experiencia inolvidable que nos ha sabido a poco. Hacer esta ruta completa debe ser el éxtasis del amante del senderismo.
Precauciones a tener en cuenta al hacer la ruta
– Comprueba el pronóstico del tiempo antes de hacer la ruta y ten en cuenta que cerca de los glaciares el tiempo cambia bastante.
– Mantenerse junto al camino de los postes de señalización para evitar accidentes o pérdidas.
– Una vestimenta adecuada es fundamental. El paso de Fimmvörðuháls está a más de 1000 metros y se puede esperar cualquier tiempo incluso en verano.
– Lleva algo caliente en termos o un hornillo para calentar, además de comida y agua para toda la travesía.
– El móvil tiene cobertura, por si surge una emergencia pero wifi no hay….
Nueve horas después y con las piernas más que cargadas llegamos a nuestro punto de partida, la bella cascada Skógafoss, junto al Océano Atlántico. El esfuerzo ha merecido la pena aunque nos queda un sabor agridulce por no haber podido hacer entera esta ruta de trekking que sin duda os recomiendo. Si vaís en verano, hay varias opciones según el tiempo y el dinero que tengáis: se puede hacer por libre con tu tienda de campaña o por agencia durmiendo en albergues de montaña. Si sólo disponéis de una jornada como nosotros, una buena forma de conocer esta bellísima ruta es hacer ida y vuelta saliendo desde la cascada skógafoss. Si tenéis al menos dos días podréis llegar a Posmork haciendo noche en ruta y si os gusta el senderismo no dudéis en completarla porque el trekking de Landmannalaugar es una de las rutas de trekking más bonitas del mundo. Os dejo con el video. ¡Relajaros y disfrutad de los paisajes islandeses!


Kikas 5 abril, 2013
Hay pocas cosas que me den envidia, pero esta entrada ha sacado lo peor de mi…(La envidia nunca es sana…)
Y solo para putear, y si tienes tiempo y ganas, el Milford Track en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Conseguir un permiso para realizarla puede llevarte un año. Tambien se dice que es la más bonita del mundo….Yo estuve donde desemboca, en el Milford Sound….y quitaba la respiración…
En fin…solo por desahogarme
😉