Si hay una ciudad que te puede cautivar por su ajetreo constante, el ambiente de su medina y el ruido de sus zocos esa es Marrakech, una ciudad que me dejó perplejo más por sus gentes, su frenética actividad y su caótico zoco que por las visitas que se pueden realizar. Situada a los pies de la cordillera del Atlas, Marrakech, con una medina declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y más de un millón y medio de habitantes, es una de las ciudades más visitadas del país y un buen lugar para conocer mejor la cultura y formas de vida de este encantador país.
Si estáis pensando en visitarla, cosa que desde aquí os recomiendo, no os esperéis grandes vistas, importantes monumentos o interesantes museos. Aquí no hay nada de eso. Pero se compensa esta falta de visitas con el ambiente reinante, con la picaresca de sus gentes y con la vida que se respira en los callejones de su medina. Ahí van las 12 visitas( + 1 que no me gustó) que considero imprescindibles en una visita a Marrakech:
Plaza Jemma El Fna, donde late Marrakech.
Uno de los lugares de reunión más famosos del mundo, la gran plaza de la medina es donde late la ciudad, el sitio al que todos acuden y centro social al que hay que acudir a medir el pulso de esta urbe y donde su ruido, su actividad y la muchedumbre te cautivarán. Músicos, encantadores de serpientes, adiestradores de monos, puestos de comida, tatuadoras de henna, vendedores de medio pelo, curiosos, saltimbanquis, buscavidas y mercachifles hacen de este un lugar inolvidable. Al caer la tarde se respira un ambiente mágico.

La Medina y los Zocos, compras y regateo por doquier
Un lugar para perderse una y otra vez ( literalmente). La medina de Marrakech tiene un encanto y un ajetreo difíciles de describir. Aquí, según ordenanza municipal, no hay edificios más altos que una palmera y los callejones son tan enrevesados que no aparecen en ningún mapa. Laberintos de callejuelas que despistan al mejor de los orientados, los locales intentarán ayudarte ( unos desinteresamente y otros a cambio de una propina). Agrupados por gremios la cantidad de tiendas y puestos de comida es impresionante y el gentío, el ruido y las aglomeraciones algo normal aquí. Me sorprendió la cantidad de motos que esquivan a los transeuntes y los carromatos tirados por burros. Aquí todo parece salido del pasado. Y si eres adicto/a a las compras prepárate para regatear y mucho…. Otro consejo: si os alojáis en plena Medina, os auguro una llegada caótica con más de una pérdida. Lo mejor, negociar el precio con algún porteador con carrito y que os lleven a vosotros y a vuestras maletas hasta el Riad en cuestión. Ahorrareis tiempo y el primer contacto con la medina no será tan duro…
Mezquita de Koutoubia
La mezquita más famosa de la capital se encuentra junto a la gran plaza y destaca su minarete de 77 metros. Los no musulmanes tenemos prohibida entrar en ella así que hay que conformarse con verla desde fuera y hacerle algunas fotos. Es uno de los símbolos de la ciudad y la podrás ver desde casi cualquier lugar.
Palacio Bahía, tipica arquitectura marroquí
Palacio del siglo XIX con más de 160 habitaciones, fue mandado construir por un poderoso visir y se pueden contemplar sus bellos patios, sus estancias finamente decoradas o sus tranquilos y cuidados jardines. Si os digo la verdad, no fuimos a verlo a pesar de aparecer en todas las guías de la ciudad.
Madrasa Ben Youssef
En pleno centro de la medina, una de las visitas obligadas que hay que hacer si vas a Marrakech es la de esta escuela coránica fundada en el siglo XIV donde se enseñaban la escritura y las leyes del Islam. Su cuidada arquitectura, su detallado mihrab y el precioso patio interior contrastan con las humildes celdas de los estudiantes. Pasear por ellas le hace a uno darse cuenta de la austeridad y sacrificio que suponía estudiar aquí. Cuenta con132 dormitorios que podían albergar a 900 estudiantes. Entrada: 30 dirhams ( 3 euros).
Tumbas sadies
Esta es una de las atracciones más visitadas de Marrakech donde se pueden ver los vestigios más bonitos de los sultanes sadies, una dinastía con una agitada historia que ahora descansa en este lugar. Salas con mucha ornamentación y más de 100 tumbas decoradas con mosaicos. Entrada: 10 dirhams.
Palacio Badi
El que fuera uno de los más majestuosos palacios de Marrakech hace 4 siglos, es en la actualidad un conjunto de ruinas que nos acerca vagamente a la opulencia que aquí existió. Una gran explanada y algunas murallas desgastadas con nidos de cigüeñas es lo que encontramos aquí. Fue otra de las visitas que me decepcionó un poco y creo que sólo los amantes de los restos arqueológicos disfrutarán en este lugar. Entrada: 10 dirhams ( 1 euro).
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Museo Marrakech
Pues sí, también hay museos en Marrakech aunque no son de mucha importancia. Los tuvimos que sacrificar junto a otras visitas por nuestra escapada a Essaouira. Situado junto a la Madrasa Ben Youssef, encontramos este museo ubicado en un palacio del siglo XIX donde exponen colecciones no permanentes de arte contemporáneo así como del patrimonio cultural marroquí.
Jardines Menara
Con el Atlas como telón de fondo, se alza en las afueras de la ciudad un pequeño y simple pabellón rodeado de un inmenso campo de olivos y un gran estanque donde los locales van a pasear y a hacer relaciones sociales. Este lugar es uno de los más fotografiados por su belleza,especialmente con las montañas Atlas nevadas al fondo. Los fines de semana la zona está repleta de gente, familias enteras pasando el día, grupos de amigos a la sombra de los olivos o en busca de diversión. Encontramos hasta camellos para hacerse fotos (vemos que muchos turistas del país disfrutan haciéndose una foto subidos a lomos de los camellos).
Jardines Majorelle
Los jardines propiedad del diseñador Ives Saint Laurent son de los lugares más visitados de la ciudad. Creados en 1930, cuenta con innumerables especies botánicas y suelen estar, a pesar de su situación algo alejada, abarrotados de turistas. http://jardinmajorelle.com/
Palmeral
Un lugar con más de 100000 palmeras donde se puede pasear en bicicleta, montar en camello o visitar algunos de los lujosos hoteles de la zona, como el Palmeraie Hotels and Resorts un impresionante complejo 6 hoteles de lujo con 11 restaurantes, el spa más grande de Marrakech o Nikki Beach, el bar piscina más chic del norte de áfrica. Sin duda la zona más elegante de la ciudad y una de las urbanizaciones más lujosas de Marruecos.
Barrios de Hivernage y Gueliz
Si quieres salir de marcha y descubrir el ambiente nocturno de esta ciudad tienes que pasarte por el barrio de Hivernage, cercano a la medina. Discotecas, clubs, hoteles de lujo, locales chic… Os dejo algunos nombres para disfrutar de la noche: Jad Mahal y Le Comptoir, dos locales de copas con espectáculos danza del vientre incluidos. Y en el moderno Gueliz, y junto a la gran arteria de la ciudad, la avenida Mohamed V, encontrarás el barrio más occidental de Marrakech, con tiendas occidentales, restaurantes de comida rápida. Paramos a picar algo en Elite Café, un lugar muy occidental y concurrido que ofrece, bebidas y comidas ligeras como pizzas, sandwiches y ensaladas desde 4 euros, además de wifi gratuito. Si he de seros sinceros no me disgustaron estos lugares pero de barrios occidentales ya estamos hartos….
Barrio de los curtidores
Una de las decepciones, (de ahí el +1 del título, no se si merece la pena) de nuestras visitas fueron las curtidurías, esos apartados lugares ( desprenden fuertes olores) donde se trabaja el cuero de una manera tradicional y son tan típicos de las grandes ciudades marroquíes.Esperaba algo distinto, con más colorido y más interesante ya que había visto preciosas fotos y leido sobre este ancestral trabajo. Nos costó dios y ayuda encontrarlo ya que no hay señales y la gente local te intentar engatusar a cambio de una monedas. Una vez allí uno de los “guías acreditados” te hace un recorrido rápido con explicaciones mínimas. Vimos dos de ellas pero tuvimos muchos problemas para hacer fotos ya que a los bereberes no les gustan las cámaras… 30 dirhams no costó el mini tour para aprender muy poco sobre el tratamiento de las pieles, que se introducen en cal viva, caca de paloma….. Enfocado de otra manera podría resultar más interesante. Me gustó más el perderme varias veces y ver el ajetreo de los locales comprando en puestos de frutas o en carnicerías rudimentarias que las curtidurías en sí. Decepción total.
Este es mi repaso a lo que considero imprescindible en una visita a esta fascinante ciudad donde no encontraréis grandes visitas ni monumentos opulentos pero sí una ciudad llena de vida, un ambiente callejero indescriptible, un ajetreo constante que te transporta en el tiempo con laberintos de callejuelas y puestos ambulantes repletos de aromas, ruidos y olores inolvidables. Un lugar para disfrutar de su gente y respirar vida, ese concepto tan básico que estamos olvidando con demasiada facilidad.

Pruden 8 marzo, 2012
Hola Fran!
Estupenda y completísima entrada con lugares bien seleccionados. Tuve la fortuna de ver la mayoría de estos sitios con gente de la ciudad -familia indirecta- y la verdad es que fue genial. Eso sí, hay que evitar ese calor abrasador que hace la mayor parte del año jejeje. Un abrazo!