Nuestro periplo por los Países Bajos también llamado holanditis ha tenido su última etapa en la liberal y siempre animada Amsterdam, una ciudad llena de contrastes y que como bien sabéis o imagináis, necesita varios días para explorarla a fondo. Aunque me hubiera gustado volver a disfrutarla mejor, el programa y los pocos días disponibles han hecho que nuestro paso por la ciudad haya sido relámpago.
Torre de Montelbaanstoren, la torre medieval de Amsterdam. |
Por eso hoy sólo voy a contaros lo que vieron mis ojos en estas pocas horas por la ciudad de los canales. A saber: el renovado Museo Marítimo de Amsterdam, un paseo guiado por la ciudad ( especialmente vimos el barrio rojo) y un buen almuerzo con unas vistas de aupa. Os cuento:
La historia de la navegación Holandesa
El pasado, presente y futuro de Amsterdam está presente en la zona del antiguo puerto de la ciudad donde se han ido construyendo ( y se siguen levantando) multitud de edificios como el conservatorio de música, la Biblioteca Nacional, el Museo NEMO ( de ciencia y tecnología), viviendas, restaurantes, y desde hace muy poco, la ciudad puede presumir de uno de los museos marítimos más interesantes de Europa, el Scheepvaartmuseum.
Vista del Museo Nemo. |
Perfectamente situado en el antiguo puerto de amsterdam está ubicado en el mayor edificio del siglo de oro de la ciudad, en un antiguo depósito de la flota militar construido en 1556 y ha sido rehabilitado hasta el más mínimo detalle para dar cabida a una impresionante colección de objetos y pintura sobre la historia de la navegación holandesa.
Nada más entrar al museo ya sorprende ver la amplitud del gran patio donde se celebran actos y cenas y en el que destaca su impresionante techo de vidrio de más 800 piezas.
Museo Marítimo de Amsterdam |
Globo terráqueo |
La entrada al museo y puesta en escena es impresionante, digna de una película de Hollywood, llena de efectos especiales y de sonido, interactiva, muy participativa y con más de una sorpresa que hace que vivas la historia de la navegación desde dentro. Con deciros que hay hasta que ponerse a remar…. Pantallas panorámicas, vídeos, alta definición… no han escatimado en gastos para impresionar al visitante.
Sextante |
Una vez terminada la parte más tecnológica y muy impresionados, llegamos a la parte tradicional de todo museo donde encontramos una gran cantidad de objetos de navegación, pinturas, decoraciones de la época, utensilios, maquetas de barcos… Me encantó la enorme colección de globos terráqueos de todas las épocas con especial atención a un globo interactivo ideal para ver la evolución es éstos a lo largo de la historia.
También pudimos ver una interesantísima recopilación de pinturas navales de todas las épocas destacando un magnífico óleo de la batalla de Trafalgar que me dejó impresionado por sus muchos detalles.
La batalla de Trafalgar |
Decoraciones de barcos |
El «Amstel» es parte del museo marítimo. |
Salimos del museo gratamente sorprendidos y nos dirigimos hacia el centro de la ciudad paseando entre canales y las explicaciones de nuestra guía. Vemos la bonita torre medieval de 1512, antiguos edificios de la compañía de las indias Occidentales y nos van contando como son las casas aquí, los distintos estilos de sus tejados y comprobamos porque hay algunas casas inclinadas debido a la madera que se va pudriendo…
Un barrio polémico
Se ha escrito tanto sobre el barrio rojo que dudo mucho que hoy aprendáis nada nuevo sobre él. A pesar de esto no puedo despedirme de mi holanditis sin hablar de él ya que nuestra encantadora guía Agustina ( menos mal que todavía hay personas que saben transmitir y conectar) nos contó muchos detalles del barrio, su historia, su presente y su incierto futuro.
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Nuestra singular guía Faustina |
Este polémico barrio al que acuden miles de turistas en busca de sexo, morbo o por simple curiosidad lleva existiendo en la ciudad desde el siglo XIV y su fama no ha parado de crecer. No a todo el mundo le gusta este espinoso tema pero es indudable que el oficio más antiguo del mundo, legalizado en este país, atrae a mucho visitante a esta ciudad.
Antes de entrar en la » zona roja» nuestra guía nos avisa que no hagamos de fotos ya que por aquí están mal vistas y los supuestos «chulos» pueden llegar incluso a tirar la cámara al canal! Enfundo la cámara y me dedico a tomar apuntes sobre este incomprensible y polémico barrio situado a los pies de la Oudekerk, la iglesia más antigua de la ciudad. Y es que Amsterdam es una ciudad de contrastes.
Por la entrañas del barrio rojo |
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Imagen de turismo de Holanda |
La calle principal, Oudezijs Archterburgwal ( viejo lado detrás de la muralla), es la arteria de la que salen distintas callejuelas repletas de escaparates mostrando la mercancía humana, sex shops, locales de actuaciones en vivo, coffe shops, un museo del cannabis… A todas horas se encuentra gente por aquí pero es de noche cuando el barrio adquiere ese color característico de los neones rojos.
Lo más novedoso del barrio es la ayuda que están recibiendo estas mujeres de manos de nuevos artistas locales que tienen sus talleres aquí por módicos precios y exponen sus creaciones en los escaparates a cambio de vivir en el inmueble.
Nuestra guía nos cuenta que en teoría aquí todas las mujeres son libres, pagan su seguridad social y que la prostitución está permitida para evitar mafias, proxenetas y blanqueo de dinero, cosa que no han evitado…
Actualmente se calcula que hay unas 250 prostitutas ejerciendo en este barrio que alquilan habitaciones por unos 50 euros en turnos de 8 horas. Nuestro paseo incluyó una ojeada al interior de uno de estos locales y pudimos ver a estas mujeres en sus minúsculos habitáculos esperando clientela…
Ver pero no tocar |
Como es normal en la ciudad existe una gran controversia sobre estas prácticas y sobre este barrio. Los políticos y los ciudadanos están divididos entre los que piensan que Amsterdam no puede peder este barrio tan popular y movimientos en contra de estas prácticas. La placa de los más conservadores que nos encontramos en el suelo lo deja bien claro: ver pero no tocar.
Seguimos caminando y nos encontramos la primera tienda de preservativos del mundo y más famosa de Holanda, la condomerie, donde encontrar todo lo relacionado con este mundo y una variedad de «hasta 9 tamaños diferentes» por no hablar de colores, tipos, sabores, olores… hasta motivos viajeros como uno con forma de Tour Eiffel. ¡Increíble la imaginación que tienen aquí!
Blue, un restaurante de altura
Con una mezcla de asombro y rubor vamos saliendo del barrio rojo y nos dirijimos a comer a uno de los restaurantes con mejores vistas de la ciudad, Blue, situado en el centro comercial Kalventoren, junto al canal singel. Tan sólo hay que subir hasta la última planta para disfrutar de su moderno diseño y sus panorámicas vistas a la ciudad. Cuenta con una buena carta con platos internacionales de gran calidad, así como buenas referencias de bebidas. Un buen lugar para comer algo, descansar las piernas y disfrutar de unas estupendas vistas de la ciudad. Su lema lo deja claro: Eat, Drink, views.
Si queréis saber más aquí os dejo mi crítica en mi blog de restaurantes, viaja y come.
Vistas desde el restaurante Blue |
Fui poco original, lo sé |
Y como todo lo bueno suele durar poco, nuestro viaje a tierras holandesas llega a su fin con esta fugaz visita a Amsterdam, la ciudad de los canales y las libertades. La holanditis que hemos padecido estos días ha sido memorable y ese virus que he vivido en primera persona me ha calado tanto que algún día tendré que volver por estas tierras…..
Lo que + de holanditis
– La compañía humana. Esta vez 5 bloggers españoles y 5 italianos.
– La ciudad de Utrecht.
– La buena organización de Turismo de Holanda.
– Movernos siempre en transporte público.
– El speedy boarding de Easyjet.
Lo que – de holanditis
– Los restaurantes de cocina internacional.
– Las pocas horas en Amsterdam.
– Las esperas en los restaurantes.
Típico canal de Amsteram |
Datos de interés
– Scheepvaartmuseum, Kattenburgerplein 1. Abre diariamente de 09:00 a 17:00. Su precio es elevado, 15 euros adultos y 7,50 niños entre 5 y 17 años.
– Restaurante Blue, Singel 457. Cocina internacional con grandes vistas a la ciudad.

Helena 17 noviembre, 2011
No había leído yo sobre el Museo marítimo de Amsterdam, pero la verdad es que tiene una pinta excepcional y seguro que el día que me pase por la capital holandesa lo visitaré.
Lo del Barrio Rojo es un clásico ¿quién va a Amsterdam y no lo visita?
Muy buen reportaje Fran.
Un saludo