Despertar después de mi primer día de escapada y ver ante mí la majestuosa Catedral de Viena me hace sentir realmente bien. Son las 8 de la mañana y hay que ponerse en marcha para aprovechar el día. Ducha rápida y a desayunar. ¡Que gran momento el desayuno en un viaje! y más en este hotel donde se respira paz y tranquilidad con la imagen de la Plaza y la Catedral de San Esteban.
Un desayuno con vistas. |
Tengo que confesaros que el desayuno es completo y variado, sin ser opulento.Y el servicio eficaz y muy correcto, como casi todo en Viena. La sala de desayunos está decorada con esculturas y objetos de arte moderno y tiene gran cantidad de libros de arte para que los huéspedes puedan consultarlos. Otro acierto más en este gran hotel.
Mientras desayunamos hacemos un planning del día. Nos cuesta decidir ya que hay mucho que ver en esta ciudad e intentamos ver por zonas lo más destacado, dejando de lado algunas atracciones. Para saber que ver en Viena.
Para mejorar mi ánimo, si cabe, salimos a la plaza y hace un día espectacular, con algo de frío pero llevadero, impropio del mes de febrero. Decidimos entrar en la Catedral de San Esteban para verla por dentro. La entrada es gratuita y sólo hay que pagar si quieres ver la catacumbas o subir a una de sus torres.
Interior de la Catedral. |
Pricipio de la Karntnerstrasse |
Después de contemplar la bonita catedral nos dirigimos a la comercial y elegante calle Kartnerstrasse para acabar desembocando en la Ópera de Viena, un magnífico edificio sede de una de la óperas más famosas del mundo. Tenemos reservadas las entradas desde España y pasamos a recojerlas. Tán sólo presentamos la tarjeta de crédito con la que pagamos en su web y ya tenemos las entradas para la función del día: El Holandés Errante de Richard Wagner. ¡ Por 10 euros!
La Ópera de Viena o Staatsoper |
Seguimos dando un paseo y admirando la ciudad, por eso hemos preferido no sacarnos la Viena Card( abono de transportes de 72 horas por 18,50 euros), ya que aquí está todo relativamente cerca y nos sale mejor pagar los 2 o 3 transportes que vamos a hacer. Si tienes pensado mucho movimiento si te puede resultar beneficioso, pero si te gusta pasear como a mí, en esta ciudad no compensa.
Vemos el museo Albertina sólo por fuera, otro de los importantes de Viena, ya que hemos decidido ir al Belvedere a ver a Klimt y Schiele. Aquí podréis encontar obras de artistas de la talla de Picasso, Monet, Renoir, Cezanne, Matisse o Miró, entre otros.
Salimos del ring ( anillo) y llegamos a la Karlplatz, una gran plaza en la que hay mucho que ver. Desde el precioso edificio de la estación que Otto Wagner construyó en 1900 para las líneas de metro de Viena, hasta el Wien Museum Karlsplatz, mezcla de historia y arte, con algunas obras de Gustav Klimt, el pintor austríaco más famoso.
Karlplatz |
Hacia la derecha de la plaza se llega al mercado de Naschmarkt, uno de los lugares más carismáticos y coloridos de Viena. Aquí se puede encontrar casi de todo y hay un ambiente espectacular. Gente local de compras,curiosos, turistas, cafés llenos a rebosar…Encontrarás comida de todo tipo, desde frutas y verduras hasta especias pasando por dulces, frutos secos, aceitunas, o mil tipos de quesos.
Puestos de comida en Naschmarkt |
Flores del día. |
Colorido mercadillo. |
Una de las calles del mercado. |
Después de un café en el mercado nos dirijimos hacia el Palacio Belvedere y de camino nos encontramos la impresionante Iglesia de San Carlos Borromeo o Karlskirche, del siglo XVIII y de estilo barroco, que deslumbra por su enorme cúpula verde y sus dos enormes columnas rememorando los templos antiguos. Fue construída por orden del emperador Carlos VI para atajar una epidemia de peste que asolaba la ciudad en 1713.
La entrada cuesta 6 euros y además, para los amantes del arte sacro, tienen aquí el museo Borromeo, con valiosas piezas barrocas que adornaban en otra época la iglesia.
Karlsckirche. |
Llegamos después de un paseo al Palacio de Belvedere, complejo palaciego que alberga uno de los mayores museos de arte de Austria. Decidimos ver «sólo» la colección permanente, situada en el alto Belvedere por lo que tenemos que cruzar unos inmensos y preciosos jardines barrocos que me recordaron a los del Palacio de Versalles. Además de admirar el lujoso palacio, podéis encontrar mucho de Klimt( con su famosa obra el beso), Schiele, Monet o Renoir.
Palacio Belvedere |
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El beso de Klimt. (Imagen tomada de wikipedia) |
Imagen del alto Belvedere |
Después de tanta caminata y cultura el estómago está muy perjudicado por lo que tomamos un tranvía hasta el centro y nos vamos a comer cerca de la catedral, a Filgmuller, famoso ( abierto en 1905) por poner unos wienerschnitzel gigantes y sabrosos. ¿Qué demonios es esta comida? Es básicamente carne de cerdo empanada. Y se suele acompañar de una exquisita ensalada típica de patata y berros con salsa. Y todo regado con cerveza y vino joven de la casa. ¡No os imagináis lo bien que nos sentó!.
La foto da fe de que se salen del plato. ¡Os aconsejo pedir uno para dos personas porque es realmente grande!.
¡Así da gusto hacer un alto! |
Wienerschnitzel de Filgmuller. |
Ya con los estómagos llenos y otro ánimo, hacemos un pequeño alto para asearnos y vestirnos como manda la ocasión para acudir a las 19:30 a la Ópera Nacional de Viena. Antes, otro paseo por las calles peatonales hasta llegar y tomarnos un café y una famosa tarta sacher en el café de la Ópera. Para los más golosos decirles que fue inventada por el aprendiz de cocina Franz Sacher en 1832 y tuvo un enorme éxito. Lleva bizcocho de chocolate y mermelada de albaricoque, cubierto de una capa de chocolate negro.
La famosa tarta Sacher |
Y allí estamos, tomando un café vienés y una tarta sacher entre tanta gente bien arreglada pero pasando desapercibidos. Hay un ambiente espectacular y no quedan entradas para la función.
Ópera Nacional |
La «casa junto al ring» abrió sus puertas en 1869 y han pasado por aquí los más grandes cantantes de ópera del mundo. El edificio es elegante por fuera y deslumbrante por dentro y nos sentimos realmente afortunados de estar aquí.
Con tiempo nos dedicamos a hacer algunas fotos y ver el impresionante palacio por dentro, y a la hora prevista estamos acomodados.
Tenemos hasta una pantallita con subtítulos en inglés, ya que la ópera es en alemán: El holandés errante, de Richard Wagner. 2 h y 15 minutos emocionantes y tremendos. Disfruté mucho y salí de allí asombrado y feliz de haber presenciado mi primera ópera en un lugar tan célebre. Por 10 euros no podemos pedir más.
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Interior de la ópera. |
Después de la ópera decidimos irnos de nuevo a la zona nocturna, el triángulo de la Bermudas, llena de bares y cervecerías, para terminar de exprimir el intenso día. Incluso disfrutamos un poco de un excelente concierto de jazz en JazzLand, un precioso y acogedor garito con música en directo muy recomendable si os gusta este tipo de música.
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Jazz en directo. Una gozada. |
Y hasta quí puedo contar. Lo que pasó después pertenece a los misterios de la noche…..
Datos de interés
– Catedral de San Esteban. Stephansplatz, 3. De lunes a sábado: de 6 a 22 horas. Domingos y festivos: de 7:00 a 22 horas
Entrada gratuita o visita guiada por 4,50 euros. Puedes ver sus catacumbas ( 4,50 euros) o subir a la torre sur por 3,50.
– Museo Albertina. De jueves a martes: de 10:00 a 19:00 horas. Miércoles: de 10:00 a 21:00 horas. 9,50 euros. Metro línea U3.
– Wien Museum Karlsplatz. De martes a domingo: de 10:00 a 18:00 horas. Lunes: cerrado. 6 euros. Metro: Karlsplatz, líneas U1 y U2.
– Mercado de Naschmarkt. Wienzeile. Horario: de lunes a viernes de 6 a 18:30. Sábados de 6 a 17.Metro U4.
– Karlsckirche. 6 Euros. De lunes a sábado: de 09:00 a 12:30 y de 13:00 a 18:00 horas. Domingos y festivos: de 12:00 a 17:45 horas. Metro: Karlsplatz, líneas U1 y U2
– Museo Belvedere. Colección permanente. 9,50 euros. Para ver además bajo Belvedere (exposiciones temporales), Invernadero y Caballerizas. 14 euros. Horario: todos los días de 10:00 a 18:00. Hay audioguías en español por 4 euros.
–Figlmüller. Cerca de la Catedral. 13, 90 euros el wienerschitzel, 3,80 ensalada de patata. Wollzeile 5 y Bäckerstraße 6. Abre todos los días de 12 a 23.
– Ópera Nacional de Viena. 10 euros la entrada sacada por internet con visión parcial del escenario.También se pueden sacar entradas en las taquillas por unos 3 euros para ver la función de pie.
– Jazzland, jazz en directo. 29 Franz Josefs-Kai.

Kikas 2 marzo, 2011
Generalmente cuando leo entradas sobre viajas me entra una envidia terrible (No hay envidia, sana, no jodamos 😉 )
Pero lo de la Opera me ha llegado. Me hubiera cambiado por ti sin dudarlo
Una magnifica crónica