Nuestro viaje de 10 días por el sur de Alemania sigue su curso y después de haber disfrutado de la maravillosa Selva Negra, ponemos rumbo a Fussen y a los cercanos Castillos de Baviera, mandados a construir por el Rey Luis II de Baviera, un joven monarca soñador que promovió la industria turística en esta parte de Alemania. La zona es muy conocida por naturaleza, sus castillos y fortalezas pero se llevan la palma los Castillos del Rey Loco, una maravilla de la construcción a medio camino entre la extravagancia y los cuentos de hadas. En este post os cuento la vida de este enigmático rey, como logró construir el Castillo de Neuschwanstein, el castillo más fantasioso del mundo en el que Walt Disney buscó inspiración y os doy algunos consejos para visitar el castillo de Neuschwanstein. Bienvenidos a un mundo de fantasia e imaginación, bienvenidos al mundo del Rey loco.
Luis II de Baviera, un romántico incomprendido
El hijo del rey Maximiliano de Baviera nació el 25 de agosto de 1845 en el castillo de Nymphemburg en Munich y recibió desde muy pequeño una estricta educación por parte de su padre ( o más bien de sus cuidadores), controlado en todo momento a una férrea disciplina pero sin hacer hincapié en su misión como futuro representante de un pueblo. Seguramente esta equivocada educación influyó en la forma de ser de Luis, que desde joven se mostró como un chico romántico y soñador. Pasar su juventud en el castillo de Hohenschwangau, rodeado de bosques, lagos y montañas sin duda marcó el caracter del chico, que también se aficionó a las bellas artes, la poesía, la pintura y la música. Con 16 años asistió por primera vez a una representación de ópera de una obra de Wagner y quedó hipnotizado. A los 18 años y medio fue coronado rey de Baviera, sin haber acabado ningún estudio ni estar preparado para gobernar y aunque cumplia con su cometido, cada vez gustaba menos de ir a Munich y prefería vivir feliz y libre en las tierras altas de Baviera, junto a sus montañas.
Su amistad con el compositor Richard Wagner, del que admiraba sus escritos y dramas musicales, crecía, y los problemas políticos y sociales iban en aumento, incluyendo guerras en Europa de la que salió mal parado y peor valorado. Aunque prefería la compañía de hombres, llegó a comprometerse con su prima Sofía de Baviera pero él mismo rompió el compromiso y comenzó a mostrarse cada vez más introvertido y atribulado, empezando a correr leyendas y rumores sobre el rey solitario, que cada vez más se encerró en su propio mundo y comenzó a construir castillos como los de Linderhof o Falkenstein aunque su favorito, y en el que proyectó toda su fantasía e imaginación sería el de Neuschwanstein.
De modo que mientras el rey estaba ensimismado en su mundo y en sus castillos, los ingresos anuales no soportaban tan ingentes construcciones, tomando prestamos y coleccionando deudas. Ante la imposibilidad de convencer a Luis para que redujera los gastos, algunos miembros del gobierno y un grupo de médicos decidieron declarar al rey demente, única via legal para darlo de baja en sus funciones. Después de varios intentos lo prendieron y lo sacaron de su amado castillo de Neuschwanstein para recluirlo en el Castillo de Berg y un día después, el 13 de junio de 1886, después de salir a dar un paseo, hallaron los cadaveres del rey y su médico en el lago cercano ( Ese mismo verano se abrió al público el castillo para ayudar a pagar las enormes deudas de Luis). Los enigmas que rodean su muerte, así como una vida marcada por la introversión y la fantasia de este incomprendido y querido rey, han acrecentado la fama de estos castillos de cuento rodeados de montañas y lagos.
Visita a los Castillos del «Rey loco»
– Como llegar: los castillos de Luis II están situados a los pies de los alpes cerca del municipio de Schwangau y de la ciudad de Füssen, al sur de Baviera ( a 130 km de munich) y cerca de la frontera con Austria. LLegar en coche es fácil ya que es la atracción turística más importante de la zona y su inmenso aparcamiento es buena muestra de ello ( 5 euros por día). También es posible llegar en tren desde Munich a Fussen y de allí tomar los autobuses números 73 o 78 que te dejarán en la misma entrada de los castillos.
– Precios y entradas: 12 euros para Neuschwanstein y 12 euros para Hohenschwangau ( menores de 17 años gratis) o 23 euros para para la visita combinada de ambos castillos en la misma jornada con horarios fijados. Y cuando digo fijados es así, ( estamos en Alemania) ya que si no llegas a la hora indicada te puedes quedar sin visita. Al ser un lugar muy turístico, especialmente en verano, hay que estar antes de las 8 de la mañana y sacar la entrada allí mismo, en el ticket center. Para evitar posibles inconvenientes aconsejo sacar las entradas con antelación por internet donde eliges día y hora de la visita por unos 4 euros más. También es posible visitar el Museo de los reyes Bávaros ( 9,50 euros), con toda la historia sobre la familia Wittelsbach, sobre todo del Rey Maximiliano II. Nosotros tuvimos bastante con los dos castillos.
– Horarios: de 28 marzo a 15 octubre de 9 a 18. De 16 octubre a 27 marzo de 10 a 16.
– Comer en los castillos: si vas con la entrada combinada para los dos castillos con las horas de entrada fijada, como fue nuestro caso, debes saber que entre ambas visitas hay una hora de intervalo que se puede aprovechar para descansar, beber algo o comer alli mismo con precios que no están mal, sobre todo bajando del castillo de Hohenschwangau donde hay una pequeña zona acondicionada de comida rápida donde venden salchichas, pollo asado o patatas fritas. Por unos 6 euros tienes un plato y una jarra de cerveza. También hay algunos restaurantes más elegantes y en el Castillo de Neuschwanstein hay un café-bistro en la segunda planta.
– Moverse por los castillos: Para movernos entre los dos castillos tenemos tres opciones: a pie, en bus o en coche de caballos. El primero evidentemente es gratis pero no es fácil, especialmente la subida a los castillos. En bus son 1,80 euros y es una buena opción para evitar las temidas cuestas o si vas justo de tiempo. Y en coche de caballos son 4 euros por persona la subida ( 2 euros más si decides también bajar) y tiene algo más de encanto. Íbamos en familia y probamos las tres opciones aunque a mis peques les encantó montar en coche de caballos ( a mi bolsillo menos…..).
Castillo de Hohenschwangau
Es la primera visita si vas con la entrada combinada y la duración es de unos 35 minutos. A la hora fijada te presentas en la puerta y con la audioguía en varios idiomas ( español incluido) vas recorriendo las estancias de este castillo donde Luis II pasó muchos años. El castillo, una joya del romanticismo alemán, está eclipsado por su famoso vecino pero también merece la pena ser visitado. Fue construido en el siglo XII por los caballeros de Schwangau y fue vivienda de principes hasta que quedó abandonado en el siglo XVIII. Fue comprado y restaurado por Maximiliano II, padre de Luis II, que no escatimó en gastos ni en contratar a reputados artistas de la época para su restauración. El rey loco pasó la mayor parte de su vida en él y durante la visita se pueden ver las estancias y el mobiliario de la época, destacando la capilla real, la sala de los caballeros del cisne, el dormitorio de la reina, la sala de billar, las habitaciones de los señoras del castillo, la sala de los héroes o distintas habitaciones ricamente decoradas. La visita es muy interesante pero no se pueden hacer fotos y la audioguía en tu idioma ayuda a comprender la historia y los múltiples detalles de este castillo.
El Castillo de Neuschwanstein
Diseñado por Luis II con ayuda de un escenógrafo, empezó a construirse en 1869 y a la muerte del rey en 1886 aún no estaba terminado. El castillo es un fiel reflejo de la imaginación de Luis II, «una pura fantasía romántica de un castillo medieval idealizado» en una situación natural idílica entre montañas y lagos, concretamente sobre el sobre el desfiladero de Pöllat y entre los lagos Alpsee y Schwan. Su construcción fue polémica y no escatimó en gastos ya que el palacio es más estético que funcional, de diversos estilos arquitectónicos ( románico, gótico, bizantino o modernismo) y con un interior lujoso y repleto de referencias a leyendas y personajes medievales, además de diversos avances tecnológicos como el primer teléfono móvil de la historia, una completa red de luz eléctrica o una avanzada cocina siguiendo los modelos de Leonardo Da Vinci para aprovechar el calor. Durante su construcción llegaban a trabajaban 300 artesanos dia y noche en lo que fue durante más de 20 años la mayor fuente de trabajo de la región. Curiosamente y sin saberlo, estaba promoviendo la industria turística de la zona ya que hoy mismo sigue generando miles de empleos gracias al turismo que generan los castillos.
La visita al castillo con audioguía en español pasa por la principales estancias y dura alrededor de 45 minutos en la que destacan estos puntos:
– El salón del Trono puede ser uno de los lugares más impresionantes del castillo, creado por Luis II para glorificar el reinado de la gracia de Dios. Está excesivamente cargado de símbolos religiosos y opulencia máxima para el lugar donde debería de haber estado su trono de no haber muerto en extrañas circunstancias. El lugar es mágico e impactante y destacan la escalera de mármol de carrara, las pinturas de reyes y personajes biblicos, los murales del ábside, el suelo de mosaicos o la lámpara de araña con forma de corona bizantina. El balcón cubierto del salón del trono ofrece una de las mejores vistas panorámicas del paisaje alpino bávaro, incluido el castillo de Hohenschwangau, lagos y montañas. Una imagen idílica que seguro hizo suspirar más de una vez al rey loco y a todos los que hemos tenido la suerte de disfrutar esta maravillosa vista.
– El comedor, igual de recargado que el resto de las habitaciones del castillo, está repleto de nobles muebles y cuadros que representan escenas de otras épocas, así como la alcoba, un dormitorio suntuoso y recargado de madera de roble tallada hasta el más mínimo detalle. No falta una gran cama ( Luis II media 1,90), su lavabo con agua caliente, una gran estufa o cuadros con pinturas de caballeros y damiselas. La capilla no podía faltar siendo un rey tan devoto y está decorada en estilo postgótico, con un retablo de dos hojas ricamente tallado y pinturas sobre el Rey Luis IX de Francia. El vestíbulo es la única habitación real sin techo de madera, sustituidas por pinturas murales de trovadores y a continuación encontramos la sala de estar, un gran salón real lleno de murales, pinturas y biblioteca. Entre la sala de estar y el despacho encontramos otra extravagancia más que mandó construir en este curioso castillo: una gruta de estalactitas equipada con una caida de agua artificial e iluminada. Otra excentricidad de Luis II que imagino ideó para sentirse como si estuviera en la cueva de una montaña favorita. El despacho real de estilo románico está ricamente adornado con fina madera de roble y con pinturas que Richard Wagner utilizó para sus obras dramáticas.
– Tomando como modelo el salón de fiestas del castillo de Wartburg, la suntuosa sala de los cantores es la habitación más grande y Luis II construyó el castillo alrededor de esta importante sala, donde destacan numerosas pinturas murales de la leyenda de Parzifal y un espléndido escenario con arcos. Esta sala no servía para acoger fiestas reales (el rey era tímido) sino más bien como homenaje a la cultura de los caballeros. Para finalizar la visita se pasa por la cocina del castillo, una maravilla de la ingeniería que está en perfecto estado de conservación. Muy avanzada para su época, disponía de agua caliente y fria, asadores giratorios automáticos para asados de venado y aves o hasta un calienta platos aprovechando el calor de una gran estufa. ¡Ni un restaurante con estrella michelin, vamos!.
Puente de Maria
Diría que es imprescindible subir caminando hasta el Puente de Maria o Marienbrücke, un espectacular puente sobre el barranco del Póllat que tiene las mejores vistas del Castillo y los alrededores. A mediados del siglo XIX se construyó un puente de madera que años más tarde fue sustituido por uno de metal. Pasear a 91 metros de altura, a pesar de tanta gente haciendo fotos y del viento reinante, es una delicia y merece mucho la pena ya que son esos momentos de los viajes que no se olvidan en la vida.
Füssen
Aunque muchos visitantes vienen desde Munich en excursión de un día a visitar los castillos ( está a 130 km), no es mala idea ir con algún día más para conocer mejor la zona y descubrir la población de Füssen. Nosotros al ir con coche de alquiler pasamos dos noches en la zona y pudimos también pasear por esta bonita y pintoresca ciudad.
– Que ver en Füssen
Tampoco es que Fussen sea un pueblo fuera de lo normal pero el ser parte de la ruta romántica alemana, su cercanía con los castillos y su cuidado casco antiguo con sus casas con fachadas perfectamente impolutas hacen de este lugar algo único. Pasear por sus calles o comprar algún recuerdo en sus muchas tiendas son cosas que seguro vas a hacer. En su casco antiguo destacan el palacio alto de estilo gótico, el monasterio de Santo Mang o el museo de la ciudad. También hay un teleférico que sube hasta la cima del Tegelberg para obtener una fabulosas vistas de los alpes y el lago Forggensee.
– Comer aquí es bien fácil porque debido a la continua afluencia de turistas hay bastantes locales donde elegir. Como estábamos ya un poco cansados de salchichas y codillo decidimos cambiar y cenamos un día en la Pizzeria Il Pescadore , que tenía bastantes buenas críticas. Amplias raciones y buenas pizzas aunque el servicio bastante lento. ( os aconsejo reservar o ir temprano porque siempre está llena). La siguiente noche cenamos también muy bien en un restaurante tailandés al principio de la calle principal. Como veís hay variedad gastronómica en esta turística localidad.
– Dormir en Füssen y alrededores es algo complicado por dos motivos: los precios, igual de locos que el rey, y la alta ocupación. Después de mirar y comparar precios comprobé lo subidos que estaban en esta turística zona de Alemania. Demasiado inflados diría yo pero el tirón de los castillos es lo que tiene. Como ibamos con coche de alquiler nos alojamos a unos 10 minutos de los castillos, en la pequeña localidad de Rieden. El Dreimaderlhaus Rieden es un pequeño alojamiento cerca de Fussen con habitaciones algo horteras pero amplias, una tv que apenas se veia y buenas criticas por internet. Los dueños son amables y simpáticos y el precio ronda los 130 euros la habitación cuádruple. La casa, típica de la zona, es muy coqueta y quedan muy bien sus pequeños ventanales de madera abiertos pero dichosa la mania de no tener persianas en las ventanas. ¡No me gusta tanta luz a las 5 de la mañana!.
Más información
– Página web Castillo de Neuschwanstein.
– Hoteles en Fussen con Booking.
– Bono de 14 días para visitar todos los castillos bávaros por 45 euros.
– Cuando viajo al extranjero siempre confio en Iati seguros.
Sabes Fran no paro de ver post de este castillo y siempre digo a ver cuándo vuelvo por la Europa central y Alemania, qué ganas.
Espléndidas tus fotos y tu relato ¡como siempre!
Saludos viajeros
El LoBo BoBo
Hola Paco. si es que este castillo tiene algo que engancha y mucho!!! Y las vistas desde el puente son de infarto!! tienes que ir. Gracias como siempre por estar ahí!! un abrazo
Siempre hemos tenido ganas de visitar este castillo y no tenía ni idea de que se podía visitar conjuntamente con otro. Muchas gracias por la información Fran, muy práctica. 🙂
Hola Víctor, os lo recomiendo porque merece mucho la pena aunque la visita guiada sea demasiado estricta y encorsetada…. solo donde están los castillos ya es para verlo!! un saludo
Me encanta este castillo. Desde que lo conocí gracias a un puzzle (sí, suena a coña pero es así) soñaba con visitarlo. Por suerte, es uno de los sueños viajeros cumplidos, aunque por dentro lo tengo pendiente. Füssen también lo visité en mi ruta alemana, es bonito para pasear por allí.
Un saludo, viajero!
Que tal Arantxa!! un placer verte por aquí. Tienes razón porque yo tb lo he visto en puzzles, como buen castillo de cuento que es! un saludo viajera
Estuve hace muchos años pero era muy peque y no me acuerdo de nada, tengo muchas ganas de volver y visitarlo! Veo que el interior está muy bien recreado, y me apunto lo de subir andando por las vistas del puente 🙂
Vaya suerte ver ese castillo de peque Dany. Mis hijos podrán decir lo mismo que tú… y tendrán que volver a ir, como no!!! un abrazo amigo
muchas gracias por la información que nos das en este artículo, y por las fotos y lo que compartes con nosotros
sigue enseñándonos lugares maravillosos como estos
un saludo
Gracias a vosotros por seguirnos hoteles rurales. ! Espero seguir viajando y mostrando lugares que merecen la pena!! saludos
Tengo muchas ganas de ir a este lugar, y plasmar la típica foto del castillo desde el mirador, espero que sea un día bueno y claro como el que aparece en tus fotos, porque es de esos lugares que temes que la niebla aparezca, y se pierda toda la magia xD
¡Saludotes!
Hola jose carlos!! Sin duda es un lugar muy muy especial y lo del tiempo depende mucho de la época. Yo fui en julio y por la mañana había niebla pero a la tarde el cielo se abrió y disfrutamos de unas fabulosas vistas del castillo !! un saludo amigo
A mí me encantó baviera y en especial Neuschwantein, … nos alojamos en uno de los hoteles de madera junto al lago y fenomenal …
En entorno de cuento (y no sólo por los castillos), … la comida, … TODO!.
Un saludo.
Pingback: Que ver en Munich, la capital de Baviera | My Guia de Viajes
me encantó este sitio así como Munich y Dachau. En bre me pondré con mis relatos.
Gracias por compartirlos !
Hola amigos, es un lugar inolvidable y que merece una visita ( a pesar de la cantidad de gente que hay por allí…). Un saludo y gracias por comentar.
No sabes las ganas que tengo de visitar Neuschwanstein, cuando estuve allí no me dio tiempo y me encantaría. Que sepas que tras leer tu post lo siguiente que voy a hacer es buscar vuelos a Munich para Semana Santa, aunque los precios como bien dices fijo que están igual de locos que el rey, jejejeje. Un abrazo!! 😉
pero bueno, que me dices???? Venga y vete para munich, te tomas una birra a mi salud y te vas a ver el castillo del rey loco!!! Lo de los precios si que no se piede remediar….. un abrazo fuerte
Me ha encantado el artículo. De todos los sitios que he conocido hay 2 que he prometido volver. El primero, este magnífico castillo que conocí con 17 añitos hace ya 36 y que podré hacerlo la próxima semana, el otro destino es San Francisco… algo más alejado pero todo llegará.
Hola Juanjo, yo también espero conocer algún día en persona el puente de San Francisco!!! Gracias por comentar!!!