Un paisaje natural surrealista, sacado de otro planeta, más propio de una película futurista que de un paraje autóctono del sur de Andalucía. Así es el Torcal de Antequera, un impresionante paisaje kárstico ( formado por rocas calizas) entre las montañas cercanas a Antequera donde la disposición de las piedras dan lugar a las formas más inverosímiles para que nuestra imaginación fantasee y haga el resto. Un gran bosque de piedras que deja impresionado a todo aquel que se acerca a este paraje natural de más de 1.100 hectáreas de extensión.
Cuando se formó
El Torcal empezó a formarse en el Jurásico, hace unos 200 millones de años cuando gran parte de Europa y Oriente Medio estaban sumergidos bajo el mar y un movimiento de placas formó el relieve tal y como lo conocemos en la actualidad, modelando el viento, el hielo y la lluvia las rocas calizas, y dando lugar al espectacular paisaje que podemos contemplar hoy en día. Hay rocas con formas tan características que tienen su propio nombre, como «el tornillo», «el vigía», «el sombrerito» o «el camello», y se calcula que en la actualidad hay más de mil cuevas y simas formadas por la disolución de las calizas, además de una gran flora y fauna entre los que destacan una gran cantidad de aves como el buitre leonado, el águila real, el halcón peregrino y mamíferos como el zorro o la cabra montés. 
Su centro de interpretación cuenta con tienda, aseos, cafetería y en él se puede conocer un poco más la formación de este paisaje, su historia, fauna y flora, con paneles informativos y proyecciones. Además e pueden observar la estrellas en su observatorio astronómico de uso público y se organizan rutas como las de los ammonites, donde observar las huellas palpables de que este lugar estuvo sumergido hace millones de años. La entrada a El Torcal es gratuita así como a su centro de visitantes.
Como llegar
Situado entre Antequera y Villanueva de la Concepción, se puede llegar pasando por cualquiera de estas dos localidades pero viniendo de Málaga es casi mejor ir a Antequera y subir por la carretera A-7075 hasta el km 42 señalizado con «centro de visitantes Torcal alto». El parking tiene aforo limitado y si te encuentras el acceso cerrado, tendrás que aparcar abajo y tomar el bus lanzadera.
Cuando ir al Torcal
Sin duda os recomendaría ir en Primavera u otoño ya que en verano puede hacer un calor sofocante y en invierno, el frio, la lluvía y la niebla pueden ser muy molestos. De hecho, todos los años hay personas que se desorientan y se pierden. Te aconsejo que mires bien la previsión del tiempo antes de ir porque no es lo mismo disfrutar de este espectacular paraje con niebla y lluvía que con un sol resplandeciente.
Actividades
Algunas de las actividades de turismo activo más habituales en El Torcal son la escalada, observaciones astronómicas, espeleología, avistamiento de aves y, especialmente el senderismo, la actividad más común entre los visitantes que se acercan hasta el Torcal, que cuenta con varias rutas de distinta dificultad bien señalizadas aunque hay que decir que salirse de las rutas puede ocasionar que nos perdamos ya que en este tipo de paisaje no es fácil moverse. De hecho, las formas de las rocas y sus curiosos nombres sirven a los más experimentados para orientarse por este bosque de piedras.
Rutas senderistas
En el Torcal hay tres rutas públicas de dificultad fácil-media que recorren el paraje y están bien señalizadas. Estas tres empiezan y terminan en los aparcamientos junto al centro de visitantes y no necesitan de guía. Las demás rutas hay que hacerlas con guías y se pueden reservar en el centro de visitantes:
- Ruta naranja, 3,7 km de longitud. 1:30 de duración solo ida.
- Ruta amarilla: circular de 3km. Unas dos horas de duración.
- Ruta verde: 1,50 km circular. 45 minutos.
- La Ruta de los amonites ( 10 euros con monitor) es una de las más famosas y visitadas con 4,5 km en ruta circular y de dificultad media-baja. Es ideal para ver vistas panorámicas y restos de amonites o huellas de fósiles marinos.
- «La Ruta del Patrimonio«, o «El laberinto Kárstico» son otras de las rutas en las que es necesario reservar y hacerlas con guía.
- Para los más pequeños «Peque Safari» es una ruta fácil que les permitirá descubrir de forma amena los secretos de El Torcal.
Para más información visita la web oficial del Torcal de Antequera.
Consejos varios
– La entrada al parque es gratuita pero si hay muchos visitantes no te dejarán pasar tu coche y tendrás que pagar el viaje en autobús lanzadera (1,50 ida y vuelta) o a pie por un sendero de 3,70 km.
– No está permitida la acampada ni pernoctar en autocaravana.
– Sólo hay un par de senderos aptos para carritos de bebes o silla de ruedas. En los demás es imposible por lo irregular del terreno.
– Si llevas mascota deberá de ir atada, no suelta.
– Visita en primer lugar el centro de visitantes para entender mejor donde te encuentras.
– Zapato cómodo por favor. Ir con tacones a El Torcal es un tremendo error.
– Ojo con la niebla y el frio que hace allí. Mira la previsión del tiempo antes de ir.
– Si llevas tu picnic para comer en la naturaleza, deja el lugar como lo encontraste.
Horarios:
De octubre a marzo de 10:00 a 17:00.
De marzo a octubre: de 10:00 a 19:00.
Para a comer cerca: Venta el Conejo
Ya que has visitado este formidable paraje natural, mi consejo es que cuando bajes hacia Antequera, pares en la Venta el Conejo, un lugar peculiar donde la comida casera es su bandera. La carta de comida tradicional es tan corta que sólo hay magro con tomate, conejo al ajillo, asaduras, chorizos asados, lomo en aceite, ensalada y una patatas fritas que me atrevo a decir que son las mejores que he probado nunca. Eso sí, lo malo es que siempre está lleno y tendrás que llegar y apuntarte en la lista de espera. Pero paciencia que comerás como dios manda a un precio más que bueno.
En definitiva, una excursión por El Torcal de Antequera te asombrará ya que pasear por este paraje natural único en España es una de las mejores actividades relacionadas con la naturaleza que se pueden realizar en Andalucía. Y si el tiempo acompaña, tendrás la oportunidad incluso de divisar África desde los miradores naturales que conforman estas milenarias piedras.
