Cuando nos llamaron desde ciudades AVE para probar su concepto de ciudades+ AVE no dude ni un momento en aceptar la invitación. En primer lugar porque me encanta viajar en tren, me parece el medio de transporte ideal, te permite admirar el paisaje, es el más romántico, cómodo y eficaz de todos. Si pudiera, viajaría siempre en tren. En segundo lugar porque me encanta viajar por mi querida Andalucía, a la que tanto amo. Ya lo dicho en varias ocasiones que cerca nuestra tenemos verdaderas joyas a las que no le damos el valor que tienen y es que tanta gente que nos visita no pueden estar equivocados. Y en tercer lugar porque me gustan las nuevas experiencias, conocer gente nueva y esta era una oportunidad perfecta.
Nuestro plan, por tanto, estaba claro: viajar en tren AVE por algunas de las ciudades de Andalucía visitando sus principales monumentos, probando su exquisita gastronomía y durmiendo en un hotel de la ciudad elegida. Gracias a la alta velocidad, hoy día es posible moverse en tren y estar cada día en una ciudad distinta en poco tiempo. Nuestra primera parada del viaje fue la ciudad de Sevilla, y a ella le vamos a dedicar este primer post, relatando nuestros pasos por la preciosa capital andaluza que tanto me gusta. Y me gusta por muchos motivos: sus monumentos, sus rincones, su gastronomía, su buena gente, su clima…. me siento muy a gusto en esta ciudad vecina. Llegamos a la estación de Santa Justa vía Málaga y nos trasladamos a nuestro hotel, el Tryp Macarena, un estupendo 4 estrellas junto a la Basílica de la Macarena y el Parlamento. Está a unos 10 minutos andando de centro histórico y cuenta con todas la comodidades de un hotel de su categoría, wifi en todas instalaciones incluido y un estupendo y variado desayuno buffet para empezar bien el día.
Paseando por Sevilla
Pasear por Sevilla siempre es una delicia, sea la estación del año que sea ( bueno, si, en verano mejor no pasear mucho….). Nosotros usamos el Sevilla bus turístico, ideal para moverse por la ciudad cuando disponemos de poco tiempo o cuando el calor empieza a notarse. Es otra forma de ver la ciudad que a mucha gente le encanta. Como no somos muy de este tipo de experiencias, echamos pie en tierra y decidimos pasear por sus calles y palpar el ambiente, que cuando llega el mediodía empieza a ser importante. El casco histórico de Sevilla enamora a todo el que lo visita, su aire jovial, sus animadas calles, sus iglesias, sus plazas, sus bares llenos de gente tomando algo. Una de las cosas imprescindibles que hay que hacer en esta ciudad es pasear y disfrutarla poco a poco, sorprendiéndote en cada esquina o descubriendo rincones encantadores, como la Plaza del Salvador, llena de rebosar de gente tomando el aperitivo. Las tasquitas del Salvador son varios minúsculos bares en esta plaza donde la gente acude en masa a tomarse la primera tapa y cerveza del día… o la última. Os recomendamos descubrir aquí el ambientazo sevillano del bueno.
Sevilla desde las alturas
Ver una ciudad desde las alturas siempre es algo bonito, que alegra la vista y emociona sobremanera a mi cámara de fotos por lo que cuando tuvimos la suerte de subir al edificio Laredo, donde se encuentra la oficina de Turismo de Sevilla y al que no accede el ciudadano de a pie ni el viajero normal, supe que lo que veríamos sólo lo han visto unos pocos afortunados. El edificio de la Oficina de Turismo de Sevilla está situado en la Plaza de San Francisco, una de las más céntricas de la ciudad y es un bello ejemplo de la arquitectura regionalista sevillana. Pero subir a su azotea no tiene precio y desde allí pudimos contemplar la plaza y la magnífica Catedral de Sevilla, que cuenta con la planta gótica más grande del mundo. Una imagen preciosa a lo que se unió un día espléndido.
Por si no teníamos suficiente nos dirigimos a Metropol Parasol, la estructura que ha roto todos los moldes y que está situada en la Plaza de Encarnación, otro de los puntos fuertes de la ciudad. Este novedoso proyecto, al que todo el mundo llama «las setas de Sevilla» ha traido mucha polémica a la ciudad pero es innegable que la grandiosidad de la obra y el repunte que le ha dado a la zona es de agradecer. Casi 6 años se necesitaron para terminar esta gigantesca obra. Arriba, un espléndido mirador y restaurante, abajo, el museo Antiquarium y un mercado con locales comerciales que hacen que el edificio esté muy bien aprovechado. Y las vistas desde el mirador son otra de las cosas que hay que hacer si vienes a Sevilla. Simplemente es alucinante verte allí, en esa extraña estructura color crema y con Sevilla a tus pies. Un dato más: dicen que ésta es la estructura suspendida de madera más grande del mundo.
En el mismo mirador almorzamos en Gastrosol, un espacio gastronómico amplio y bien cuidado que ofrece cuidada cocina sevillana y andaluza. Nuestro menú estuvo compuesto de ensalada fresca con foie, risotto de boletus, merluza con chipirones y presa ibérica. Un almuerzo abundante en un espacio inmejorable aunque esperaba un poco más del lugar, la verdad.
Algo más que un museo
Como estoy orgulloso de mis raíces y mi tierra, me encanta todo lo que tenga que ver con nuestro arte y cultura y creo que el flamenco tiene ya tal importancia, no sólo en nuestro país, sino en muchas partes del mundo, que incluso ha sido nombrado por la UNESCO Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad. El Museo del Baile Flamenco de Cristina Hoyos es uno de esos lugares que te atrapan nada más entrar, te envuelven en un halo mágico y te hacen sentir y comprender un poco más esta expresión artística. Es un museo interactivo, muy visual y muy sonoro, como no podía ser de otra manera por lo que engancha al visitante al instante y le hace partícipe de este arte que es el flamenco. Y después de conocer sus orígenes, sus distintos palos o variedades, ver videos interactivos o admirar sus coloridos trajes, el mejor colofón es presenciar en directo la actuación que cada día tiene lugar en el precioso patio del museo. Actuaciones en las que participan artistas consagrados en este arte y donde te das cuenta la dificultad y el mérito que tiene hacer buen flamenco. Se os quedará la boca abierta. No os digo más.
Salimos y del museo y seguimos paseando por la ciudad. Parada técnica y cervecita, que eso es sagrado y muy común en esta tierra.Y como llega la hora de cena, nos vamos hasta uno de los locales más conocidos y venerados de la ciudad: Becerrita, un restaurante que ofrece cocina andaluza clásica de muchos quilates y del que salimos entusiasmados y más que satisfechos. Quedaros bien con este local porque saldréis de allí encantados. Los platos que nos trajeron estuvieron todos de 10 y el servicio fue exquisito y amabilísimo. A saber: «ensaladilla de papás aliñas», «croquetas de rabo de toro», «bocaditos de jamón ibérico con huevos de codorniz», «lascas de berenjenas fritas con salmorejo y bacalao», un riquísimo «pulpo a la parrilla con patatas panaderas y ali oli», «bacalao gratinado con idiazábal sobre salsa de piquillos» o «la presa ibérica de bellota con mostaza crujiente». Un festín en toda regla, vamos.
No pudimos acabar mejor el día, colofón final a una intensa jornada por la ciudad de Sevilla, una de las más encantadoras de Andalucía y a la que ya estamos deseando regresar. Nos vamos a nuestro hotel que al día siguiente sigue nuestro viaje y nos espera otra larga jornada, esta vez en la bella ciudad Córdoba.
Más información
– Red ciudades AVE. Tu escapada en AVE por España.
– Renfe Spain Pass, pase que permite viajar por nuestro pais a los no residentes en España.
– Oficina de turismo de Sevilla. http://www.visitasevilla.es/
– Hotel Trip Macarena. Cerca del centro histórico y junto a la Basílica de la Macarena. 331 habitaciones.
– Museo del baile Flamenco. Todos los días de 10:00 a 19:00. Precio: 10 euros ( 24 euros con espectáculo flamenco en directo).
– Más sobre Sevilla en mi blog: 25 razones para visitar Sevilla.
– Nuestro video en Youtube del Avexperience en Sevilla.
– Mis grandes compañeros durante el viaje #AVExperience han sido Molaviajar, Expresso.info y Turismo y tren.

Carmen 31 octubre, 2013
Está claro que Andalucía tiene mucho que ofrecer al turista, tanto a nacionales como extranjeros.
Yo he estado unas cuantas veces en Sevilla y la experiencia siempre me ha parecido preciosa. Eso sí, el monumento de las setas no lo he llegado a conocer, supongo que es una excusa tan buena como cualquier otra para volver, además de sus espectáculos flamencos, su gastronomía y simplemente recorrer sus calles.
Y si encima se tiene la oportunidad de desplazarse en AVE… pues mejor que mejor 😉