Por fín vamos a empezar con los relatos de nuestro viaje al Sudeste asiático y, para hacerlos más útiles y completos, lo vamos a hacer relatando nuestra experiencia día a día pero añadiendo además información práctica de los sitios que hemos visitado, que espero sean de ayuda a futuros viajeros, que como yo, se aventuren a descubrir esta impresionante zona del planeta. Hoy os contamos nuestro largo viaje de Madrid a Chiang Rai, y os añado algunas cosas que nos os podéis perder en esta ciudad que ya conocíamos de nuestro primer viaje a Tailandia. Comenzamos.
Nuestro viaje a Asia ha empezado bien. Muy bien diría yo, ya que volar desde Madrid con la compañía aérea Emirates es toda una experiencia que desde aquí recomendamos sin dudar. El servicio que nos han dispensado, la puntualidad, las comidas a bordo, la barra libre ( sí, si, puedes beber cuanto quieras durante el trayecto y los españoles dimos la nota a base de gin tonics y combinados varios….) o el modernísimo sistema de entretenimiento hacen que las horas pasen volando con esta compañía. Lo peor ha sido la escala en el aeropuerto Dubai y en sus autobuses de traslado a la terminal, donde hemos estado un buen rato y hemos pasado un calor infernal. Y me encuentro al llegar que el aeropuerto de Dubai es como un macro centro comercial repleto de tiendas abiertas y restaurantes. ¡Aquí uno se olvida que ha venido a volar!
Después de la obligada escala ponemos rumbo a Bangkok, a la que llegamos después de un tranquilo trayecto en el impresionante Airbus A380 ( que por cierto, cuenta a bordo con spa o suites privadas que yo ni caté al volar en clase turista como casi todos los mortales). Tenemos conexión con un vuelo a Chiang Rai, al norte de Tailandia y menos mal que vamos con tiempo de sobra porque los puestos de inmigración del moderno aeropuerto de Subarnabhumi están llenos de pacientes turistas que esperan su turno para pasar los trámites ( más de una hora tenemos que esperar). Cada vez me gustan menos los aeropuertos, sus esperas y sus normas.
Después de unas horas de espera que aprovechamos para cambiar algunos euros en Baths, la moneda Tailandesa, y para comernos nuestro primer Pad Thai con una Singha, la rica cerveza Tailandesa, facturamos con Air Asia, la compañía de bajo coste que nos llevará a Chiang Rai. Nos ha costado el vuelo 30 euros incluido el equipaje y a pesar de ser de bajo coste, funcionan bastante bien. Y por fin, después de más de 24 horas de viaje llegamos a nuestro primera parada del viaje, la ciudad de Chiang Rai, la provincia más al norte de Tailandia, desde donde cruzaremos a Laos.
Llegada a Chiang Rai. Comienza el regateo
Asia es el continente del regateo ( con alguna contada excepción) y nada más llegar al aeropuerto de Chiang Rai tenemos que buscar un coche que nos lleve al centro de la ciudad. A pesar de que hay una especie de taquilla con un cartel con los precios estándar de los traslados, ya nos las quieren colar como es típico en Tailandia: que si nuestro hotel está muy lejos del centro, que si es muy tarde, que si 4 personas mejor que dos….ha sido pisar suelo tailandés y ya empiezan los regateos. Hemos conocido a una pareja de paisanos andaluces y nos vamos cuatro en un coche, pero con la sensación de que nos ha engañado. Lo que menos me gusta de esta gente es que son muy pesados y siempre inventan algo para sacar algo más de dinero al turista. ¡¡Pero ojo, siempre con la mejor de las sonrisas!!
Hace ya unos años que pisamos Chiang Rai por primera vez ( os recuerdo que lo contamos en este blog con una mezcla de excitación y asombro, aquí mi artículo de hace casi 5 años). Pero hoy las cosas han cambiado y en este viaje voy por libre y no con agencia, y no me alojo en un buen hotel, como el Wiang Inn sino en uno más sencillo y muy bien situado hotelito familiar. Tan sencillo que las cucarachas campan a sus anchas por pasillos y por nuestra habitación. Cosa normal aquí. El hotel se llama B2 Night Bazaar y el precio es de unos 8 euros la noche en habitación doble, de lo más económico que hemos encontrado. Lo mejor es que tiene wifi, está cerca del mercado nocturno y de la estación de autobuses que pisaremos a la mañana siguiente para irnos a la frontera con Laos. Si no os dan miedo los bichos os lo recomiendo por precio-situación.
Después de la ducha de rigor ( enorme placer la primera ducha después de tantas horas de vuelo y aeropuertos) nos fuimos a patear el mercado nocturno, una de las atracciones de la ciudad, pero como son casi las 11 de la noche están recogiendo los puestos asi que sólo podemos cenar en sus famosos puestos de comida. La música en directo también ha terminado pero no nos impide disfrutar de un sabrosísimo Pad Thai y una cerveza singha bien fresquita….Una vuelta por la ciudad a altas horas y por ciertas calles, fuera de los circuitos turísticos, me han valido para comprobar que en el lejano norte de Tailandia también hay bares de luces rojas….. Decidimos irnos a la cama que al día siguiente nos espera nuestro primer gran día ya que iremos a la frontera para cruzar a Laos, el principal motivo por el que hemos hecho este largo viaje.
Que ver y hacer en Chiang Rai
Chiang Rai es más conocida por ser la puerta de entrada al Triángulo de oro y por las tribus cercanas que por la propia ciudad en sí. Aunque esta vez apenas hemos parado en ella, os dejo una selección de lo que se puede hacer en esta ciudad del norte del país, base ideal para explorar la naturaleza de sus alrededores. La ciudad en sí no es muy grande y no tiene grandes cosas que ver, de ahí que el visitante no se detenga mucho tiempo en ella ( Chiang Mai, a menos de tres horas, es la ciudad más visitada del norte). Su encanto radica en los alrededores y en las posibilidades de hacer un trekking o en visitar a las tribus de las cercanas montañas. Y si queréis entrar a Laos por tierra, como es nuestro caso, la frontera está a menos de dos horas de la ciudad.
1.Mercados: La compra-venta es algo que en Chiang Rai se vive las 24 horas y podemos encontrar de día gran cantidad de puestos con productos frescos traidos por la gente de las tribus cercanas. Por la noche hay que visitar su animado mercado nocturno, muy famoso por la zona y hacer las típicas compras: artesanía local, ropa falsificada, souvenirs varios…..Imprescindible comer a buen precio en los puestos de comida Thai que hay en el mercado. Probad el plato típico de esta zona, el Khao Soi, una sopa picante de fideos o el Pad Thai, el plato nacional tailandés.
2. Realizar actividades en la selva como montar en elefante, descenso de ríos en balsas de bambú o trekking por los alrededores de Chiang Rai, una de las experiencias por las que miles de turistas se acercan a esta parte de Tailandia. Pero tened en cuenta con que agencia contratáis la excursión y en qué época la hacéis para no llevaros sorpresas desagradables. Durante el trekking es normal encontrarse con algunas cascadas, como la de Khun Korn, una de las más visitadas d ela zona.

Cataratas Khun Korn. Imagen de Flickr
3. El Triángulo de Oro es otra de las razones por las que se visita esta zona, donde tres países conviven en una pequeña área ( Laos, Tailandia y Myanmar) y que siempre ha sido famosa por el cultivo de opio. Parece que las autoridades han convencido a los locales para que cultiven otro tipo de plantas más saludables pero eso no os lo puedo asegurar. En nuestro primer viaje a Tailandia lo visitamos y nos gustó la zona, donde destaca el Wat Phra Pu Khao, un templo al que se accede por unas escaleras majestuosas, el pequeño museo del opio o un paseo en barca por el rio mekong. Y como no, tenéis que hacer la foto a los tres países, que pocas veces se tiene esa oportunidad.

Triángulo de Oro. Imagen de Ana Morales
4. El Wat Rong Khun o Templo blanco es uno de los edificios más singulares y originales que se pueden ver en toda Tailandia. A tan sólo 13 kilómetros de Chiang Rai, este templo contemporáneo es un homenaje al blanco, el color de la pureza en el budismo y fue diseñado por el artista Chalermchai Kositpipat, combinando el arte budista con el modernista.
5. Se pueden visitar las distintas tribus de montaña que hay por la zona, como los Akha, los Hmong o los Karen. Ver el modo de vida de esta gente es una de las experiencias más bonitas que se pueden realizar en Tailandia aunque a veces resulta demasiado artificial ver a tantos turista día tras día pasar por los mismos poblados.
6. El Wat Phra Kaew es el templo budista más venerado de la ciudad desde hace más de 6 siglos, cuando un rayo hizo salir a la luz el buda esmeralda, que hoy se encuentra en el Gran Palacio de Bangkok. Hoy lo que se puede ver es una réplica del famoso buda en un templo muy bien conservado. No sorprenderos porque a pesar del pequeño tamaño del buda, es el más venerado de Tailandia.
7. Mae Sai, la ciudad más al norte de Tailandia y fronteriza con Myanmar se encuentra a poco más de una hora de Chiang Rai pero merece la pena una visita. Cuando estuvimos hace unos años nos pareció una ciudad extraña y curiosa, como todas las ciudades fronterizas, llena de ajetreo y de puestos de venta de artículos y alimentos que ofrece esta tierra. Hay un movimiento de gente que cruza fuera de lo normal, algo que suele pasar en estos lugares.
8. Si subes al Monte Doi Tung, además de disfrutar de una muy buenas vistas de toda la zona, podrás visitar uno de los templos más venerados del lugar: el Wat Phra That Doi Tung, donde dicen que hay una reliquia sagrada de Buda.
9. La Torre del reloj es un lugar emblemático de Chiang Rai aunque no os creáis que es nada del otro mundo. De noche lo iluminan y justo al lado está toda la zona de restaurantes, salas de masaje y bares de la ciudad.

torre del Reloj. Foto de minube
10. Si quieres conocer un poco más sobre la gente que vive en esta zona del país, debes ir al Museo de las tribus de montaña, donde nos acercan a una cultura única y nos recuerdan que el turismo responsable es la única forma de que estas tribus de montaña sigan manteniendo su espíritu y forma de vida ancestral.
Datos de interés
– La Compañía aérea Emirates ofrece vuelos desde España a Bangkok haciendo escala en Dubai.
– Compañía aérea Air Asia. Vuelos de bajo coste por toda Asia.
– Web oficial de Turismo de Tailandia.

M.C. 5 junio, 2013
Qué suerte que no tuviérais problemas en inmigración! Nosotros por poco perdemos en Bangkok nuestro avión a Chiang Mai por las colas que había cuando hicimos escala procedentes de Siem Reap.
Un abrazo