Recién llegados de nuestra escapada a Roma ya podemos contaros como han sido nuestros días en esta gran capital europea, un destino al que le teníamos ganas desde hace tiempo y que por fín nos ha tocado conocer. Pero este artículo y el siguiente permitidme que los enfoque exclusivamente a nuestra experiencia en la ciudad eterna desde una perspectiva diferente ya que hemos ido a Roma con niños, y evidentemente, el viaje ha cambiado mucho a hacerlo sin ellos, las visitas no han podido ser las mismas y el ritmo ha tenido que adaptarse a los más pequeños. Pero una cosa tengo clara: se puede viajar con niños.
Roma es una capital muy grande, llena de historia, monumental y con cientos de lugares y atracciones dignas de ver y donde a cada paso uno se encuentra alguna maravilla. Para entendernos, que ir unos pocos días nos puede saber a muy poco y siempre quedan muchas cosas por ver y hacer, el motivo ideal para regresar algún día. Lo que aquí os voy a contar es mi experiencia personal de unos días en Roma con la familia, desde los preparativos hasta algunos consejos para disfrutar en Roma. No tiene porque ser igual para todas las familias (entre otras cosas porque yo tengo mellizos de 3 años y medio) pero si os puede venir bien a los vais con niños de una edad parecida o algo mayores. Empezamos a viajar a Roma con niños.
Preparativos para ir a Roma con niños
Como en todo viaje, los preparativos antes de partir son fundamentales para que todo marche bien en el destino. Pero al ir con niños hay aspectos que hay que cuidar más y hay ciertas cosas que no se nos pueden olvidar. Para ello, es fundamental que hagamos una lista con las cosas que van a necesitar nuestros hijos durante el viaje, no sea que se nos olviden en casa ( de todos modos en Roma, como en casi todos los lugares del mundo, se pueden comprar las mismas cosas que en nuestra ciudad). En nuestra lista, además de la ropa adecuada para el mes de Febrero, hemos llevado un mini botiquín con las medicinas principales de los niños, termómetro, toallitas húmedas, tiritas, gasas, un calienta biberón si todavía lo toman, potitos y leche si son muy pequeños ( puede que la que vendan en roma no les guste) y todo lo necesario en caso de enfermedad leve del niño. Y no olvidéis la tarjeta sanitaria europea, fundamental para recibir prestaciones sanitarias en el ambito de la Unión Europea.
Hemos comprado dos sillas de paseo ligeras y fáciles de plegar para movernos por Roma ya que con nuestro carrito de mellizos se hubiera hecho muy dificil la movilidad. Roma está llena de adoquines, aceras estrechas y muchas veces no hay mucho espacio para maniobrar con un carrito de niño. Además, en muchas de las visitas permiten el carrito pero hay bastantes escaleras ( Museos vaticanos o Coliseo). En otras, sin embargo, tendréis que dejar el carrito en consigna ( San Pedro del Vaticano o Castillo de Sant Angello). Y si la previsión del tiempo es lluvia y frío, hay que llevar para los carritos de los niños burbuja de lluvia y alguna pequeña manta, fundamental para que no pasen frio y no empaparnos.
Hay que hablarles antes del viaje de donde vamos a ir, como hay que comportarse en un avión, que cosas vamos a ver, como hablan en el país donde vamos, que se puede comer…..En definitiva, prepararles el cuerpo e ilusionarnos con el viaje. Mis niños desde luego han llegado al viaje con una ilusión tremenda y ha sido para bien.
Importante llevar pequeños juguetes, lápices y libretas o libros de su edad para que se entretengan en el avión, en las horas de espera y durante algunas visitas. Cada niño es un mundo pero a nosotros nos ha venido muy bien que llevaran objetos con los que se entretienen. Aquí incluyo el Ipad, una excelente herramienta con multitud de opciones para el entretenimiento del niño pero también para su aprendizaje.
Facturación, aeropuertos y vuelos
Como ya he dicho, veo muy importante implicar a los niños en el viaje desde el primer momento, que lleven su pequeña maleta para hacerlos partícipe de la aventura, que sepan que van viajar a Roma y que ellos mismos elijan algunos pequeños juguetes y pertenencias. Prepararles el cuerpo para que el día de la salida y la llegada al destino sea un acontecimiento. Verlos en el aeropuerto tan contentos e ilusionados tirando de su maletita es una gozada para los padres.
Es importante que hagamos con antelación la facturación desde casa para que toda la familia pueda sentarse junta en el avión. Si lo dejamos para última hora en el aeropuerto, nos podemos llevar la sorpresa que de nos asignen asientos separados, cosa que no gusta a nadie. Durante el vuelo hay que mantener entretenidos a los más pequeños, para que no se les haga largo y tedioso. Un paseo para ir al baño, un juego de cartas, cuadernos para pintar ( a mis mellizos de 3 años les encanta), algún aparato tecnológico que tanto gustan a los niños…. Que cada padre y madre use sus trucos pero debéis intentar que vuestros hijos respeten a los demás pasajeros ( todos hemos vivido en los aviones situaciones con niños que nos han sacado de quicio…). La educación es lo primero.
Llegada a Roma
Llegar a Fiumiccino, un aeropuerto algo alejado de la ciudad supone un traslado de al menos 45 minutos hasta el centro de Roma así que hay que pensar muy bien el transporte que vamos a usar. Hay autobuses directos, trenes ( rápidos y menos rápidos) o taxis que te llevan a la ciudad por 40 euros tarifa oficial. Pero al ir cargados de equipaje, con niños, dos carritos y seis personas preferí contratar un servicio de transfer hasta la puerta del hotel, con lo gané en comodidad y evité quebraderos de cabeza. Hay servicios de transfers desde 100 euros ida y vuelta por lo que si sois un grupo de 6 como nosotros trae bastante cuenta.
Hotel en Roma para familias
Buscar un hotel con buena relación calidad-precio en Roma es algo que no le deseo ni al peor de mis enemigos ( ni tampoco en Londres o París). Como suele ser habitual hemos buscado, comparado y leido críticas sobre los hoteles del centro de Roma y saco dos conclusiones: o son carísimos o tienen más años que la Fontana de Trevi. Por eso hemos preferido sacrificar la situación y elegir un hotel no muy céntrico pero moderno y de habitaciones muy amplias. El Eurostar Roma Aeterna, del que hablaremos más en profundidad en su momento, ha sido todo un acierto por limpieza, trato de sus empleados ( en especial Fernando de Recepción, un vallisoletano encantador) y amplitud de espacios, cosa fundamental cuando viajo con mis hijos. Está situado en el barrio de Pigneto, al sur de la estación de Termini y es necesario tomar transporte para llegar al centro pero lo compensa con unas habitaciones cuádruples enormes y unas buenas instalaciones de un 4 estrellas. Un acierto total que os recomiendo si vais a Roma con la familia.
Moverse en Roma
Roma es una ciudad ideal para pasear y disfrutar de sus calles ya que las distancias en el centro no suelen ser excesivamente grandes pero es cierto que moverse en Roma con sillas de paseo, como ha sido nuestro caso es duro y agotador ya que la ciudad está llena de calles estrechas, aceras no acondicionadas, adoquines, escaleras…. Hay que ir mentalizado de que no es la ciudad más adecuada para ir con carritos de bebés o sillas de paseo. En nuestro caso ha sido fundamental llevarlas ya que de otra manera hubiera sido imposible que los niños aguantaran todo un día de visitas. Aconsejamos que sean ligeras y fáciles de plegar. Si el niño es muy pequeño es casi preferible llevarlo en una mochila porta bebés. Vosotros mismos.
Mucha gente que visita esta ciudad compra la Roma Card ( 30 euros para 3 días), que incluye transporte ilimitado y entrada a dos museos. Es una opción muy usada para movernos por la ciudad pero al ir con niños hay que pensarse si nos trae cuenta o no ya que los niños menores de 9 años no pagan en el transporte público y a muchos museos igual no vamos a entrar…. Por tanto, dependiendo si sois de patear mucho o de usar transporte publico y de si queréis ver muchos museos tendréis que decidir si os conviene o no comprar la Roma Card. Nosotros no la compramos.
Para movernos por la ciudad hemos usado mayormente el autobús, ya que teníamos justo delante del hotel la parada del 81, que recorre la ciudad de este a oeste. Tengo que confesaros que la mayoría de los autobuses romanos van llenos a rebosar y son muy agobiantes por lo que subir a ellos con dos niños pequeños y dos sillas de paseo ha sido una experiencia bastante estresante. No por mi, que me adapto a todo sino por ver el autobús lleno y ver a los pequeños apretados. Tenedlo en cuenta. Y no se os olvide comprar antes el billete ya que en casi ningún autobús romano se puede pagar. Hay que validar el ticket individual ( o la Roma pass la primera vez) en las máquinas amarillas del autobús. Si lográis llegar a ellas….
También hemos usado el metro de Roma, que aunque no tiene una red muy extensa es mucho más rápido que ir por la superficie con tanto tráfico. Pero también va hasta los topes a casi todas horas. Un poco cansados de las esperas y las estrecheces de los autobuses romanos nos ha hecho usar también los taxis, mucho más cómodos y rápidos para moverse en trayectos cortos dentro de la ciudad. Por unos 10 euros la carrera nos han llevado al hotel placidamente y sin ningún agobio. No olvidar usar siempre taxis legales y tomados en las paradas oficiales.
Descuentos para niños
Siempre es bueno preguntar en las taquillas del monumento o museo si hay «sconto bambini» ( descuento para niños) y por supuesto llevar encima la documentación para mostrarla en la taquilla pertinente. En Roma hay muchas atracciones que son gratis para los niños como los Museos Vaticanos ( 0-5 años gratis, 6-18 años reducida), los museos y monumentos municipales ( 0-5 gratis y de 6-25 reducida) o los museos estatales ( gratis de 0-17 años), además del transporte público que es gratis hasta los 9 años.
Comer en Roma con niños
Yo he ido con mis mellizos de 3 años y la experiencia para ellos ha resultado fantástica, no creo que tengáis ningún problema ya que en Roma se come estupendamente bien y hay multitud de sitios donde elegir. En casi todos los restaurantes nos han tratado muy bien e incluso han tenido detalles con los niños: algún dulce, un aperitivo gratis, un pequeño regalo…. Pero sobre todo nos han acogido con los brazos abiertos y con una sonrisa, cosa que se agradece. Se puede comer rápido en algunas de los muchos locales de comida ligera pero al ir con niños pequeños lo mejor para todos es sentarse y descansar un poco. La mayoría de los restaurantes son pequeños y estrechos pero no ponen pegas por los carritos de los niños ( yo llevaba dos) y como mucho os harán plegarlos o dejarlos en la terraza de local. Dependiendo de la zona donde estéis será más o menos caro pero hay sitios económicos como el barrio de Trastevere, donde hay restaurantes que ofrecen menús desde 10 euros a muy buena calidad. Y en cuanto a postres o helados, son también buenísimos y harán la delicia de los niños.
Consejos varios para ir a Roma con niños
– Antes del viaje hay que documentarse un poco y contarles alguna historia o leyenda romana para ir motivando a los niños.
– Es imposible verlo todo cuando se viaja con niños.
– Planificar muy bien las visitas para aprovechar bien el día.
– Una ventaja al ir con carritos es que en muchos sitios no se hacen colas y tienes preferencia: al entrar en los aviones o en los museos vaticanos, donde nos llevan en ascensores hasta la entrada.
– Con objeto de no cansarlos, alternar visitas para adultos con visitas que gusten más a los niños.
– Paciencia con el transporte público romano.
– Llevar algún juego ( cartas, colores) para situaciones de «emergencia»
– Comprarles un pequeño recuerdo de la ciudad les ayudará a recordar siempre su viaje a Roma.
Advertencias
– Cuidado al movernos con el carrito por la ciudad ya que a veces hay que bajar de la acera y los romanos en coche no aflojan.
– Los carteristas saben que las familias con niños se despistan con más facilidad. Cuidado en el metro y en las aglomeraciones.
– No aconsejamos visitar con niños las catacumbas o alguna que otra iglesia donde abundan los huesos y cráneos de santos.
– Los pasos de peatones en Roma son un ejercicio suicida. Lo mejor es esperar y cruzar cuando haya varias personas.
– Las escaleras, adoquines y las estrecheces no ayudan a moverse con carritos de niños. ¡Hay que estar en forma!
Hasta aquí mis preparativos y consejos para viajar a Roma con niños que espero os sirvan de ayuda algún día. Tan sólo hace falta buen humor, una gran dosis de paciencia y muchas ganas de viajar! En nuestro siguiente artículo sobre Roma hablaremos de las visitas más adecuadas que se pueden hacer con niños en la ciudad eterna, que son muchas y fascinantes. Arrivederci.

Kikas 12 marzo, 2013
Nosotros fuimos cuando el más pequeño tenía 8 años como una preparación a Nueva York. Salio de lujo
Pero no sé si me hubiese metido ese viaje con niños de 3 años, la verdad…